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Acusan a un nuevo local de comida rápida de Oviedo de colapsar el tráfico en una zona de La Corredoria

Las colas de clientes impiden a los vecinos de la calle Colegio San Ignacio entrar a sus garajes: “Nos tragamos largas esperas”

Imagen tomada desde el coche de un vecino afectado por el atasco formado a la entrada de la hamburguesería. | LNE

Vecinos y usuarios de la calle Colegio San Ignacio de La Corredoria están que trinan. La reciente apertura de una hamburguesería, a cuyo servicio de recogida de comida se accede a través del vial de sentido único, está generando numerosas quejas de unos residentes que se dicen hartos de tener que soportar atascos, los ruidos del abundante tráfico generado y las meriendas improvisadas por grupos de jóvenes en los portales.

Los afectados dicen estar cansados de llamar a la Policía sin recibir respuesta satisfactoria alguna. “Nos dicen que tienen todos los permisos y que nos aguantemos”, señala Eduardo González, asegurando que las quejas se remontan al inicio mismo de las obras. “La construcción del restaurante generó grandes cantidades de barro que todavía hoy arrollan por la calle cuando llueve”, apunta González.

A las denuncias por las molestias de las obras sucedieron las de incumplimientos del toque de queda, durante los primeros días de funcionamiento del establecimiento. “Vino la Policía, pero dijeron que, como eran nuevos, no se habían dado cuenta y les perdonaron la multa”, sostiene este vecino, que se erige como portavoz de un buen número de damnificados.

“Un día una mujer mayor entró en el portal y se llevó un susto de muerte al ver a dos chavaletes tirados comiendo las hamburguesas”, explica este vecino, poniendo otro ejemplo.

Lejos de criminalizar a los propietarios del negocio, las críticas vecinales se centran en la gestión municipal. Consideran “inadmisible” que la concejalía de Urbanismo admitiese establecer el acceso al servicio de recogida de comida desde una calle de sentido único, en vez de hacerlo por la calle Hermanos Maristas de la Enseñanza, que cuenta con cuatro carriles. “Por culpa de esa falta de previsión tenemos que tragarnos esperas de varios minutos para entrar en los garajes de nuestras propias casas”, aseguran.

Sin papeleras

Por otro lado, los vecinos de la zona afean al Ayuntamiento la escasez de papeleras en el entorno del negocio. “A diario nos encontramos con muchas bolsas y cajas de hamburguesas tiradas por la calle”, coinciden varios de los residentes en los bloques de viviendas de la calle Colegio San Ignacio.

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