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Sor Fernanda, la monja gijonesa que se pone al frente de la Cocina Económica de Oviedo

“Llego con ilusión, pero el listón está alto”, dice la religiosa que sustituye a Sor Esperanza tras nueve años

Sor Esperanza Romero, a la izquierda, sujetando una garcilla con Sor Fernanda García en las instalaciones de la Cocina Económica de Oviedo. | LNE

Con muchas ganas y ayudando a dar salida a cientos de menús. Así celebró ayer su puesta de largo al frente de la Cocina Económica de Oviedo Sor Fernanda García, una gijonesa de 53 años que tras casi media vida sirviendo en distintas causas sociales aterriza en la capital asturiana con el reto de mantener el prestigio de la institución solidaria. “Llego con mucha ilusión, pero el listón está alto”, confesó García durante un simbólico traspaso de poderes en el que recogió una gran garcilla de manos de Sor Esperanza Romero, responsable y emblema de las instalaciones de la calle San Vicente durante los últimos nueve años.

Sor Esperanza seguirá en la Cocina Económica “al menos hasta finales de la semana que viene”. Su cometido será el de desvelar a su sucesora los secretos para que el reparto diario de casi 400 menús salga a la perfección. “Estoy empezando, pero noto que hay muy buen equipo”, indica la religiosa que llega procedente de un comedor social de Vigo. “En julio ya nos comunicaron que no seguiríamos allí, pero no fue hasta septiembre cuando las Hermanas de la Caridad me confirmaron mi nuevo destino”, confiesa.

Sor Fernanda nació en Gijón en 1967 y estudió en el colegio Patronato San José de la villa marinera. Trabajó unos años en las oficinas de una empresa de asfaltado, pero después de cumplir los 25 la vocación la llevó a convertirse en una más de la congregación radicada en León. Su primer destino, con 28 años, fue un proyecto de ayuda a personas sin hogar de La Coruña. Más tarde pasaría 17 años en León colaborando, entre otras cosas, en el apoyo a mujeres maltratadas. Tras siete años en Vigo, asume su vuelta a Oviedo como algo natural. “Estoy dispuesta a ir donde me necesiten”, explica la monja.

Con un sabor más agridulce se despide Sor Esperanza. La monja zamorana volverá a León para cuidar de otras religiosas ancianas y dependientes. “Mi labor será acompañarlas en la última etapa de su vida, la de la plenitud”, indica admitiendo cierta tristeza por tener que poner punto y final a su periplo ovetense. “Da un poco de pena por la gente porque les tengo mucho cariño”, confiesa.

Reapertura inminente

El cambio llega justo en un momento clave para la Cocina Económica. La institución tiene previsto abrir el próximo día 21 su comedor para servir menús a una veintena de sintecho de la ciudad y la iniciativa supondrá la primera prueba de fuego para Fernanda García. “Todavía no me he puesto al día, pero soy consciente de que es una apuesta importante”, destaca en relación a la que fuera una de las obsesiones de su antecesora antes de marcharse. “En invierno hace mucho frío y esa gente necesita un lugar en el que poder entrar en calor”, defendió Romero una y otra vez en los últimos meses hasta conseguir el visto bueno de la consejería de Salud.

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