El Consejo de Ministros aprobó ayer la primera inyección económica para poner en marcha la fabricación de los 348 vehículos blindados 8x8 que generará alrededor de 350 puestos de trabajo en la Fábrica de Armas de Trubia. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tiene ya vía libre para dedicar 50 millones de euros a cargo del presente ejercicio presupuestario para acondicionar las diferentes plantas, entre ellas la de Trubia, en la que se fabricarán los vehículos y realizar los primeros pedidos de suministros y equipos.

Los 50 millones suponen un pequeño anticipo de un contrato firmado el pasado mes de agosto con un montante de 1.740 millones, de los que 733 millones irán a parar a las arcas de Santa Bárbara Sistemas para la fabricación de las barcazas de los vehículos que empezarán a entregarse en 2022.

Industria estima en 1.240 los puestos de trabajo directos generados por el contrato de los 8x8, de los que algo menos de 900 –el medio millar actual y los 350 nuevos– beneficiarán a la planta trubieca con una carga de trabajo de al menos cuatro años, que podrían ser muchos más en caso de cumplirse las previsiones de Defensa de realizar otros dos encargos similares en el futuro.

En el caso de Trubia, los fondos destinados a adaptar las instalaciones se emplearán en actuaciones como la renovación del sistema de calefacción, la instalación eléctrica o la instalación de vestuarios para trabajadores. Actuaciones todas estas para las que Santa Bárbara ya ha solicitado licencia municipal con resolución positiva de la concejalía de Urbanismo, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

Puestos indirectos

El Gobierno de España destaca que, además de los puestos de trabajos directos, el inicio de la ejecución del contrato dará mucha carga de trabajo a cientos de empresas auxiliares que se encargan de suministrar los materiales y equipos a las plantas de Santa Bárbara, Indra Sistemas y Sapa Operaciones, repartidas por varios puntos de España como Madrid, Sevilla y Trubia.

La renovación de la flota de vehículos blindados del Ejército de Tierra es una vieja aspiración del Ministerio de Defensa, que por fin podrá cumplirse tras casi tres lustros de gestiones iniciadas por la entonces ministra socialista, ya fallecida, Carme Chacón. La firma del contrato por parte de la actual ministra, Margarita Robles, el pasado verano supone garantizar la actividad de la planta trubieca durante los próximos años, así como unas inversiones para mejorar sus instalaciones estimadas en 20 millones de euros que se suman a otras modernizaciones acometidas en los años anteriores.