Una decena de personas contempla el enorme belén de tipo hebreo instalado dentro de la plaza de Trascorrales. Entre cada una de ellas hay más de dos metros de distancia, e incluso, tres o cuatro. La disposición del nacimiento, completamente abierto, hace posible una circulación fluida a su alrededor y la posibilidad de mantener las distancias. Además, dos personas controlan el aforo de la instalación municipal; una toma la temperatura a los visitantes y otra apunta sus datos personales (nombre y teléfono) para facilitar su localización en caso de registrarse un contagio.
“Busqué la mejor hora para venir a ver la exposición de belenes evitando que hubiese demasiada gente, pero la verdad es que no hay problemas de espacio”. Nuria González acudió a Trascorrales con su hijo de dos años para enseñarle las figuras de los Reyes Magos. En realidad, hay cuatro belenes expuestos; el principal y más monumental, otro de tipo costumbrista que simula una aldea asturiana, uno de pequeño tamaño con figuras de Olot y un misterio enmarcado en una reproducción a menor escala del viejo arco de la iglesia de San Isidoro que hay en el Campo San Francisco.
Según la presidenta de la Asociación Belenista de Oviedo, Eulalia Nacimiento, tanto el diseño como la construcción de los belenes de este año se hicieron de manera exprés por la pandemia. “Aprovechamos mucho material de otros años y, aun así, estuvimos cortos de tiempo. De todas formas, hay edificaciones y figuras nuevas hechas a palillo. Para nosotros lo más importante era garantizar la seguridad y que la gente pudiera contemplar la exposición con seguridad”.
La exposición estará abierta hasta el 6 de enero, de 11.00 a 14.30 y de 17.00 a 21.00 horas, salvo los días 24 y 31, que abrirá de 11.00 a 14.30 horas, y los días 25, 1 y 6 de enero, que será de 17.00 a 21.00 horas.