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El nivel de ruido en Oviedo se desplomó desde 2013 por las limitaciones al tráfico

El número de ciudadanos que sufren contaminación acústica pasó de 66.349 a 25.688 y solo la calle General Elorza tiene una afección alta

Oviedo gana en silencio. El número de vecinos que sufren un ruido excesivo en su actividad diaria, fundamentalmente a causa del tráfico rodado, se redujo en un 60% desde 2013, pasando de 66.349 a 25.688 personas, según se pone de manifiesto en el plan de acción contra el ruido que acaba de aprobar el Ayuntamiento y que no tiene en cuenta el anormal desplome de la movilidad que se ha registrado este año a causa de la pandemia. La menor incidencia de la contaminación acústica, que supone un importante incremento de la calidad de vida en la ciudad, se explica por la reducción global de la circulación en España desde el estallido de la última gran crisis económica y por algunos ajustes metodológicos a la hora de realizar los cálculos, pero también por medidas específicas como la implantación de peatonalizaciones y de las denominadas “zonas 30”, donde la velocidad de la circulación se limita a 30 kilómetros por hora y se potencia el uso de la bicicleta.

Como consecuencia de la reducción de la contaminación acústica a nivel general, el plan municipal de acción contra el ruido selecciona únicamente a la calle General Elorza como zona con un grado de afección alta, mientras que La Argañosa, Aureliano San Román y Bermúdez de Castro aparecen en el nivel medio. Otras 17 arterias que tienen unos problemas de ruido bajos también han sido incluidas entre aquellas para las que se plantean medidas correctoras. Se trata, por ejemplo, de Uría, Fuertes Acevedo, la Tenderina Alta y Baja, Pepe Cosmen o la avenida de Pumarín.

Actuaciones

Las actuaciones que recomiendan los expertos que han redactado el estudio se centran en la renovación de las calzadas para disminuir el ruido de la rodadura de los vehículos; la ampliación de las “zonas 30”, teniendo en cuenta que hay determinadas avenidas en las que no resultan viables velocidades tan bajas pero en las que sí se pueden implantar soluciones intermedias; la instalación de señales interactivas con mensajes alusivos a la necesidad de reducir los niveles de contaminación acústica, o la colocación de resaltos en la vía para que los conductores levanten el pie del acelerador. Otra de las medidas que aportan los expertos consiste en la prohibición de circular por una calle en determinados horarios, sobre todo los nocturnos, para asegurar el descanso de los vecinos; restringir el paso de vehículos pesados; remplazar intersecciones por rotondas, o reconvertir determinadas vías rápidas en arterias más urbanas, tal y como se ha hecho en la Ronda Sur.

El nivel de ruido en Oviedo se desplomó desde 2013 por las limitaciones al tráfico

Inversiones

Para General Elorza, la calle con el mayor grado de afección por ruidos de Oviedo, la propuesta técnica consiste en la renovación del asfalto mediante una inversión que rondaría los 100.000 euros, así como en la colocación de las señales interactivas. La declaración de “zona 30” o la restricción del tráfico pesado son otras medidas que los técnicos consideran que tendrían una alta efectividad, pero que, sin embargo, ven complicado de llevar a la práctica, al menos en el corto plazo, por las propias condiciones de la calle.

Por lo que se refiere a la Argañosa y la avenida de Colón, el plan estima que sería interesante ampliar la “zona 30” que ya está implantada en Marcelino Suárez, aunque también se recomienda cambiar el asfalto por otro menos ruidoso. La inversión necesaria para ello rondaría los 110.000 euros.

Para Aureliano San Román y su entorno también se plantea un nuevo asfalto, lo que conllevaría un gasto de 60.000 euros, así como la implantación de la “zona 30” o la restricción del tránsito de vehículos pesados.

Prohibir todo el tráfico nocturno en Uría, entre las propuestas

La restricción del trafico en Uría desde la esquina con la calle Conde de Toreno hasta la estación de ferrocarril del Norte ha generado una notable reducción del ruido ambiental en la calle Uría. Sin embargo, en el plan para luchar contra la contaminación acústica en Oviedo se plantea la posibilidad de prohibir la circulación en toda esta céntrica arteria a determinadas horas nocturnas. Otra de las medidas que se proponen en el estudio es la implantación de paneles de insonorización acústica para la protección de las viviendas que se encuentran ubicadas en el tramo urbano de la “Y”, donde la reducción de la velocidad máxima permitida se ha traducido también en una fuerte bajada de los niveles de contaminación por ruido. Según las primeras estimaciones económicas, el coste de los paneles estaría en torno a los 270.000 euros.

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