Prueba superada. El Ayuntamiento ha decidido consolidar como definitiva la peatonalización “blanda” de varias calles del entorno de la Catedral que se puso en marcha la pasada primavera, coincidiendo con el desconfinamiento por el coronavirus, para que los peatones ganasen espacio a los coches en el centro de Oviedo. Así, la concejalía de Seguridad Ciudadana, dirigida por José Ramón Prado, ya ha instalado señales en las calles Quintana y Mendizábal para informar a los conductores de que se trata de zonas peatonales en las que sólo se permite la circulación a residentes, taxis y bicicletas o para realizar operaciones de carga y descarga en determinados horarios. En los próximos días se colocará otra señal de este tipo en la calle Fruela, según avanza Prado.
Las primeras peatonalizaciones de este plan municipal afectaron a las calles Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos. La medida se implantó a mediados del pasado mayo con carácter experimental y ahora se hace definitiva, confirma el concejal de Seguridad Ciudadana. La segunda fase, que también se consolida, incluyó a las calles Fruela y la parte baja del Rosal, en el tramo hasta su intersección con Martínez Marina y Cabo Noval. Posteriormente, ya en junio, se extendió a la parte alta del Rosal y a la calle Quintana. En este caso, y en atención a las reclamaciones de los vecinos, el gobierno municipal decidió anular la peatonalización del tramo del Rosal entre Cabo Noval y Santa Susana, manteniendo las restricciones al tráfico en la calle Quintana.
Ya lejos del casco antiguo, el plan puesto en marcha por el gobierno de Canteli incluyó la peatonalización de la avenida de la Fundación Princesa de Asturias, para facilitar el paseo de los vecinos entre la Losa y la avenida de Galicia. Según indica Prado, no hay una decisión definitiva acerca de la continuidad de esta medida, como tampoco la hay para la posibilidad de reducir los carriles de circulación en la avenida de Galicia, de la plaza de América a la esquina con la calle Cervantes.
La idea de Prado es seguir adelante con este tipo de peatonalizaciones en otras zonas de la ciudad, entre las que cita el populoso barrio de La Florida. El concejal subraya que el proceso será igual al seguido en el entorno de la Catedral y de la plaza del Fontán. Es decir, habilitando un periodo de pruebas para determinar si tiene efectos positivos y satisface a los vecinos antes de hacerla definitiva.
El proyecto inicial también incluía la peatonalización de las calles Martínez Marina y Cabo Noval con salida a la calle Marqués de Santa Cruz y el desdoblamiento de un tramo de Santa Susana. Sin embargo, la medida no llegó a hacerse realidad a la vista de que en el entorno hay calles con mucha pendiente, por lo que los cambios podrían complicar bastante la vida a los residentes mayores y los servicios de autobús.
