El desprendimiento del falso techo de un aula tuvo lugar antes de la finalización de la jornada lectiva del martes. Si bien no había nadie dentro cuando tuvo lugar la precipitación de los escombros, la dirección optó por la suspensión inmediata de la actividad presencial y a lo largo de ayer los alumnos afectados siguieron sus clases y realizaron sus tareas a través de medios telemáticos.
El parón fue aprovechado por los técnicos para evaluar los daños y descartar la afectación de la estructura del inmueble. En un principio se suspendió la actividad en tres aulas, pero hoy las clases se impartirán pese a la clausura temporal de la clase que resultó más dañada por el desprendimiento.
Sustituto
En lo que respecta a las quejas del profesorado por la falta de conserjes en un centro que cuenta con 966 alumnos pese a tener capacidad para un máximo de 600, el Principado respondió ayer a las quejas de la comunidad educativa anunciando la incorporación de un sustituto para cubrir la baja de una trabajadora sexagenaria que actualmente se encuentra de baja.