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La exmujer del acusado de abusar de sus hijas fue alertada por la más pequeña

La segunda esposa del procesado dice que la menor le confesó antes de que presentaran la denuncia: “Mi padre y mi hermana hacen cosas raras”

Menores en riesgo.

“Mi padre y mi hermana hacen cosas raras”. De esta manera advirtió la menor de las dos hermanas que acusan a su padre de abusar de ellas a la que fuera la segunda esposa de progenitor con la que, según fuentes del caso, “la pequeña tenía una buena relación”. La confesión fue reconocida en la testificación previa de la expareja del procesado, pero dicho testimonio no pudo se ratificado durante la segunda y última sesión del juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial al suspenderse la declaración telemática de la testigo prevista desde Madrid a causa de las consecuencias de la borrasca Filomena en la capital española.

El procesado, un portugués de 48 años afincado en Oviedo desde hace muchos años, cerró el juicio negando de nuevo que agrediera y abusara sexualmente durante casi una década de sus hijas que actualmente tienen 22 y 17 años, y mostrando su convencimiento de que será absuelto. “Creo y confío en la justicia”, señaló durante el uso de su derecho a la última palabra el hombre, que cerraba así una sesión marcada por los testimonios de los peritos y forenses.

Los magistrados de la sección segunda de la Audiencia Provincial escucharon en esta segunda sesión a los técnicos que elaboraron los informes sobre las presuntas agresiones y abusos sexuales. Mientras que unos informes daban total credibilidad a los testimonios de las dos chicas, otros dejaban entrever algunas contradicciones en las versiones de estas a lo largo de las investigaciones.

La comparecencia más esperada era la de la que fuera segunda esposa del procesado, una joven de nacionalidad dominicana que actualmente reside en Madrid. La testigo no pudo acudir a declarar al juzgado por la nieve y la defensa protestó por la decisión de tribunal de renunciar a posponer la declaración y optar por la incorporación directa de las declaraciones prestadas en su día a la investigación. En dicha testificación, la segunda esposa indicó que la más pequeña de las dos hijas de su entonces esposo le confesó que había visto “cosas raras” entre su padre y su hermana mayor. La defensa considera que al no contar con la presencia de la testigo perdió una oportunidad para demostrar que la hermana menor no se refería a los supuestos abusos sexuales.

Culminadas las testificales, la Fiscalía optó por mantener la petición de 20 años de cárcel para el procesado. La acusación particular de la hermana mayor, a cargo de la letrada Patricia García, reclama por su parte 15 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual a su cliente. La petición del ministerio público es mayor porque suma a la de la acusación particular cinco años más por un delito de abuso sexual continuado sobre la menor de las hermanas.

Por parte de la defensa se mantiene la petición de la libre absolución. El letrado del acusado, Miguel Rama, salió ayer del juicio “muy optimista”, asegurando que los informes de los forenses evidencian lagunas y contradicciones en los testimonios de las chicas, así como la ausencia de secuelas sexuales propias de unos abusos que presuntamente tuvieron lugar entre 2010 y 2019.

El caso

  • Agresiones y abusos. La Fiscalía sostiene que un vecino de Oviedo de 48 años agredió y abusó sexualmente de sus dos hijas, que actualmente tienen entre 22 y 17, desde el año 2010 hasta el año 2019. Según el ministerio público, el varón forzó a la mayor y realizó tocamientos a la más pequeña.
  • “Venganza”. El acusado asegura que la denuncia responde a “una venganza” por parte de la mayor de las hermanas por “los celos que le tenía” a su segunda esposa. Esta última declaró durante la investigación que la hija menor le confesó en su día que su padre hacía “cosas raras” con su hermana. 

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