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El Ayuntamiento quiere que la trabajadora despedida de la perrera audite ahora el centro

Nacho Cuesta lamenta que haya resultado “imposible” rescindir el contrato de la actual gestora del albergue de La Bolgachina

El concejal Nacho Cuesta, ayer, en el salón de plenos del Ayuntamiento. | LNE

El concejal de Infraestructuras, Nacho Cuesta (Cs), manifestó ayer su voluntad de contratar a la antigua encargada del albergue de animales, Eva Rodríguez, para auditar las labores de La Ería, la empresa que la despidió. Así, el Ayuntamiento trataría de poner punto y final a una polémica arrastrada desde que la nueva concesionaria se hiciese con la gestión de la perrera. El objetivo inicial de Cuesta era rescindir el contrato de La Ería, pero la realidad jurídica se lo impidió. Ante la falta de confianza que el gobierno manifiesta hacia el desempeño de la nueva concesionaria, este ha decidido contratar a una persona externa para vigilar de cerca la realidad del albergue de animales. El concejal no escondió que considera a la trabajadora despedida como la “idónea” para el puesto.

La nueva concesionaria se hizo con el contrato a partir de una cesión que le hizo la anterior empresa que estaba a cargo del albergue. Y, los problemas no tardaron en llegar. Desavenencias entre los gestores, los voluntarios y los colectivos animalistas derivaron en el despido de la empleada del albergue. El Ayuntamiento no tardó en posicionarse junto a la empleada despedida y el propio Nacho Cuesta se puso manos a la obra para rescindir el contrato y encontrar una nueva gestora, pero a la corporación le resultó imposible. Por lo que el contrato estará vigente hasta enero de 2022. Cuesta ha anunciado que su equipo ya trabaja en la elaboración de unos nuevos pliegos para regular la gestión del albergue en el futuro. Ese nuevo contrato, explica el edil, estará guiado por la “sensibilidad” necesaria para que el contrato de gestión del albergue de animales no sea “uno más”, sino que se adecúe a las necesidades de los animales con los que se trabaja.

Mientras el contrato siga vigente, la solución adoptada es desempeñar un control estricto que evite que se produzcan “incumplimientos del contrato”. La nueva gestora está bajo sospecha por las polémicas que ha tenido con las asociaciones animalistas. Aunque es pública su desafección por la empresa, Cuesta anunció que si la concesionaria cumple con los términos exigidos continuará con su labor; pero si “se constata algún incumplimiento”, iniciará el procedimiento de extinción del acuerdo. El edil también hizo público que hará suyas las competencias de la gestión del albergue para garantizar una “mejor gestión” del servicio.

Tras la comparecencia de Cuesta, Ana Taboada (Somos) criticó la forma en la que el gobierno ha salido del paso. A ojos de la concejala, el Ayuntamiento debería reincorporar a la trabajadora a su puesto y encargarle a un funcionario de la administración la auditoría del contrato. También reaccionó el grupo municipal socialista. Marisa Ponga calificó de “crónica de una incompetencia anunciada” la gestión de la crisis del albergue de animales.

 EVA RODRÍGUEZ | Empleada despedida

Eva Rodríguez fue la responsable del día a día de la perrera durante los pasados cuatro años. Fue despedida tras el cambio de manos de la gestora. Veinte días después, el Ayuntamiento quiere volver a contar con ella para controlar la labor de quien la despidió.

–¿Es necesario que alguien controle la gestión de La Ería?

–Sea Eva o no sea Eva quien finalmente se encargue de auditar lo que pase en el albergue, está claro que es muy necesario. Si no se crea ese puesto nadie podría estar allí durante ocho horas, y es necesaria una sensibilidad.

–¿Las cuestiones personales entre ustedes supondrán un problema?

–Yo no tengo ningún problema personal con este hombre. Él conmigo parece que sí. Lo que hay que hacer es controlar que no se incumpla el contrato y velar por el bienestar de los animales.

JUAN CARLOS GONZÁLEZ | Gestor de la perrera

Juan Carlos González es el gerente del centro canino La Ería, la empresa que se ha hecho con el contrato del albergue de animales. Él asegura haber despedido a Eva Rodríguez por “amotinarse” a los pocos días de comenzar a gestionar el albergue.

–¿Es necesario que alguien controle la gestión de La Ería?

–No tengo ningún problema con ello. Me parece bien. De hecho, queremos que lo hagan. Aunque debería ser el funcionario responsable quien lo certifique.

–¿Las cuestiones personales entre usted y su ex empleada supondrían un problema?

–El problema personal no existe. Simplemente se despide a un empleado porque se amotina y dificulta el trabajo. Más allá de eso, el problema lo tienen ellos conmigo porque defiendo la caza de lobo. Pero yo ni mato ni maltrato a los perros como se está diciendo que hago.

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