Los nuevos agentes de la Policía Local de Oviedo serán los encargados de iniciar el proceso de instauración de un servicio que lleva años siendo reclamado por la práctica totalidad de las asociaciones vecinales del municipio: la Policía de proximidad. La mayoría de los recién incorporados al cuerpo municipal –en total 35 personas– serán destinados a los barrios durante su periodo de prácticas, que dará comienzo este mismo mes de febrero y servirá para que los ciudadanos se vayan familiarizando con este nuevo sistema. “Este es el primer paso para formar la Policía de distrito, que se consolidará en los próximos meses y es una de las demandas más reiteradas de los ciudadanos”, explica José Ramón Prado, el concejal responsable del área de Seguridad Ciudadana.
La Policía de barrio es una de las promesas electorales con las que el Partido Popular concurrió a las pasadas elecciones municipales. Iba a estar en marcha antes del verano, pero fuentes municipales explican que la pandemia ha hecho imposible que se cumpliesen esos plazos. Con la implantación de este nuevo modelo de vigilancia se busca una atención más cercana para todos los vecinos en general y para determinados colectivos en particular, como pueden ser los comerciantes o las personas mayores que viven solas. En definitiva, la idea es que la gente tenga confianza en los policías de su barrio y que se dirijan a ellos cuando tengan cualquier tipo de problema. “Los vecinos requieren policías a quienes conozcan y que les conozcan, agentes más cercanos, sensibles a sus opiniones y a sus preocupaciones. En especial lo necesitan los colectivos más sensibles, como las personas mayores, los menores o los adolescentes”.
Una vez que los agentes de prácticas estén en la calle, se comenzará a probar el modelo operativo que se pretende instaurar cuando el servicio se ponga en marcha de forma definitiva. En este sistema cobran especial protagonismo los subinspectores que se encargarán de coordinar a los agentes de proximidad –uno por turno–, que vendrán a ser “antenas” para recepcionar, canalizar y supervisar la actividad de las unidades destinadas en cada distrito. “Estarán en permanente contacto con la realidad vecinal”, señala José Ramón Prado. Paralelamente se establecerá un protocolo para facilitar la interlocución directa con los ciudadanos en un espacio determinado, una oficina que se instalará en cualquier edificio público del barrio en cuestión. Se habilitará además un sistema de cita previa a través de un canal de atención al ciudadano habilitado en el servicio de la Policía Local y habrá un horario establecido en el que los agentes atenderán presencialmente a los vecinos. “Los problemas de los ciudadanos exigen una formación multidisciplinar de los agentes y una disposición al servicio permanente y proactiva”, señala el concejal de Seguridad Ciudadana.
Las efectivos destinados en la Policía de proximidad establecerán sus servicios en dos turnos durante todos los días de la semana: mañana y tarde. Se establecerán equipos de trabajo formados por varias patrullas en cada turno, de forma que se cubra permanentemente el sector asignado. Los distintos equipos estarán permanentemente en contacto con el resto de patrullas de la Policía Local, con el cuartel del Rubín y con el resto de las patrullas de los diferentes cuerpos de seguridad que operan en el municipio, como son la Policía Nacional y la Guardia Civil. En las zonas de riesgo, más sensibles y previamente determinadas por el mando de la Policía Local correspondiente, “se llevarán a cabo actuaciones operativas puntuales” apoyadas en su caso por otras patrullas del cuerpo municipal al objeto de identificar a personas o vehículos de interés policial. De cuantas actuaciones se practiquen se dará cuenta diariamente a los responsables del cuerpo.
Por otro lado, se pondrá en marcha un procedimiento de recogida de denuncias “in situ” a través de los propios agentes de la Policía Local y un sistema de atención a las personas mayores que viven solas con visitas periódicas de seguimiento y otro tipo de ayudas para garantizar su bienestar.
