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La Policía ayuda a los hosteleros con unas terrazas desbordadas por el buen tiempo

El fin de semana en el Antiguo se salda con dos clientes detenidos por no llevar mascarilla y agredir a los agentes y un concierto clausurado

Clientes en una terraza de la ciudad Luisma Murias

Salieron cuatro rayos de sol y los ovetenses se echaron a la calle para disfrutar de otro domingo sin salir del concejo. Encontrar una mesa en una terraza no fue tarea fácil a lo largo de un fin de semana con mucha presencia policial en las zonas más concurridas para controlar el cumplimiento de la normativa anticovid, una labor muy aplaudida por los hosteleros y que dejó, solo en el Antiguo, dos detenidos y un concierto clausurado. “La mayoría de nosotros cumplimos a rajatabla con las directrices, pero lo que no podemos hacer es vigilar uno por uno a todos nuestros clientes. A veces se nos criminaliza a nosotros por cosas que no podemos controlar, y la presencia policial ayuda en ese sentido”, señala David Codón, presidente de la junta local de la patronal Otea.

Los representantes del sector son los primeros que quieren que las normas se respeten y que el virus desaparezca para siempre. Por eso piden que la actuación de los agentes no se centre solo en los fines de semana. “Nosotros nos jugamos mucho y lo que queremos es que las cosas mejoren cuanto antes, pero no podemos hacer de policías. No me consta que se haya pedido oficialmente desde nuestra asociación que la Policía Local aumente su presencia, pero a mí me parece que es muy beneficioso”, dice Codón. Y se explica. “No hace falta que estén con el látigo ni que pongan multas a diestro y siniestro. Se puede hacer una labor informativa y hacerles ver a los clientes que no cumplen que hay que cambiar de actitud por el bien de todos”, dice.

Los hosteleros están a gusto cuando los policías hacen su trabajo. “A veces estás trabajando, te das la vuelta y te encuentras con una persona fumando en una mesa o con un grupo de gente que incumple la normativa en cuanto al número de personas que pueden estar juntas. Es imposible que nosotros podamos controlarlo todo y la presencia policial se nota mucho en ese sentido”, asegura el presidente de la junta local de Otea.

Luisma Murias Patrullas policiales en Trascorrales

A pesar de que los propietarios de los negocios hosteleros han notado más presencia policial a lo largo de este fin de semana, fuentes municipales aseguran que no se ha puesto en marcha ningún dispositivo especial y que el número de efectivos no superó al de otros fines de semana. “Solo cumplimos con nuestro trabajo. El Alcalde ya dijo que se iban a cumplir a rajatabla las directrices del Principado aunque no nos gustasen y así se está haciendo”, explican fuentes del área de Seguridad Ciudadana.

Las detenciones

A lo largo del fin de semana también hubo momentos de tensión. Hubo varias llamadas por supuestos excesos de gente en ciertas zonas de terrazas y quejas por la “invasión” de los parques infantiles de Llamaquique por parte de los clientes de los bares de la calle Catedrático Miguel Traviesas cuando estos echaron el cierre; pero el más destacado se produjo el sábado, a eso de las siete y cuarto de la tarde, en una concurrida terraza de Trascorrales. Dos agentes de la Policía Local tuvieron que emplearse a fondo para detener a dos hombres que les agredieron cuando se dirigieron a la mesa en la que estaban, a requerimiento de un camarero, para pedirles que dejasen de molestar a otros clientes y que se pusiesen la mascarilla. Según fuentes policiales, el tercer componente del grupo logró escapar y ayer no había sido identificado. Los dos policías resultaron heridos leves. Uno de ellos fue atendido por heridas en una mano y el otro con contusiones en el hombro. En los vídeos grabados por clientes, aparece un agente sin mascarilla, hecho que generó cierta polémica en las redes, aunque fuentes del área de Seguridad Ciudadana aseguran que el policía la perdió en el forcejeo. Por otra parte, Policía Local y Nacional se presentó ayer en Trascorrales e impidió la celebración de un concierto programado para las tres de la tarde del músico Pablo Valdés.

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