“Se equivocó la paloma. / Se equivocaba. / Por ir al Norte, fue al Sur. / Creyó que el trigo era agua. / Se equivocaba”. Los versos inmortales de Alberti abrieron ayer, en la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe, hora y media de espectáculo de altura. Para clausurar su curso “La voz en la música de cámara”, la asociación cultural La Castalia proyectó un concierto que fusionaba poesía y canto, con puntuales apariciones de músicos emergentes de la región. El resultado no defraudó a los 120 afortunados que lograron una invitación para el espectáculo, mermado el aforo de la sala por las medidas contra el covid. En una velada redonda, hubo aplausos para todos y hasta gritos de “bravo” para los que estuvieron más lucidos.
Aprovechando el cierre del curso, que alcanzó con esta su decimonovena edición, La Castalia brindó un homenaje al Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) por su 75.º aniversario. El director de la institución, Ramón Rodríguez, no faltó a una velada en la que también estaban otras personalidades del mundo de la cultura como el director artístico de la Ópera de Oviedo, Celestino Varela. Además, la asociación fusionó este homenaje al RIDEA con su adscripción al proyecto cultural “Asturias, capital mundial de la poesía”, ideado por el director emérito de la Fundación Princesa de Asturias, Graciano García, que no pudo asistir. El resultado de esta doble asociación fue la afortunada inclusión de la poesía en un concierto en el que las jóvenes promesas de la lírica asturiana demostraron que están listas para cualquier reto. Fue una velada musical deliciosa que sirvió para poner en valor la calidad de los intérpretes autóctonos y darles una oportunidad en el mundo musical profesional, y que demostró en definitiva que el talento está en casa.
A partir de esa celebración de la poesía se armó un repertorio atractivo en el que figuraban algunas piezas basadas en textos de Goethe o del citado Rafael Alberti. Ante la normativa sanitaria, que prohíbe la impresión de programas de mano, cada obra fue enunciada y su texto era recitado previamente a la interpretación de los músicos y los cantantes. Una solución que resultó más grata al público que la mera reproducción en formato papel.
El grueso del concierto estuvo dedicado al apartado lírico. Acompañados por Yelyzaveta Tomchuk y Mario Álvaro Blanco, los alumnos de los Conservatorios Profesional y Superior de la especialidad de canto lucieron sus voces bien timbradas y evidenciaron un porvenir halagüeño en el campo musical. La soprano Janeth Zúñiga, la mezzo María Heres o el contratenor Mikel Malda fueron los más aplaudidos de la noche. Completarían el elenco de artistas Eugenia Ugarte y Cristina Galán, revelando sus progresos desde la última cita musical. Particularmente expresivos fueron los Lieder de Hugo Wolf y Franz Schubert que María Heres ejecutó con gran dramatismo.
La velada musical, de hora y media de duración, congregó además en la bien nutrida sala de cámara del auditorio ovetense a buena parte del joven talento musical regional, encarnado en el jovencísimo violinista Marcelo Re y la pianista Henar F. Clavel, que desataron los “Bravo” de los entusiasmados asistentes. Por otra parte, el dúo formado por el violinista Gabriel Ordás y el pianista Jorge Diego Valera lucieron una gran compenetración y mostraron sus múltiples cualidades, en su interpretación de “Momento musical, n.º1”, una composición de Varela.
Entre aplausos y ovaciones, los organizadores agradecieron al Ayuntamiento de Oviedo, a LA NUEVA ESPAÑA, a la Fundación EDPy a Oviedo FilmMusic Live! su apoyo y patrocinio. Asimismo, transmitieron el agradecimiento y la satisfacción de los intérpretes por poder ofrecer el fruto de su intenso trabajo, al tiempo que manifestaron su solidaridad y apoyo a los artistas que están sufriendo las consecuencias de la pandemia.
