La Iglesia, propietaria colindante del tramo de muralla de la calle Paraíso, permitirá que el Ayuntamiento de Oviedo comience los trabajos de limpieza en el cercado. Los planes del equipo de gobierno para la rehabilitación del muro medieval toparon en octubre del año pasado con las negativas del arzobispado. La rehabilitación del tramo de muralla que linda con la casa sacerdotal implicaba los derribos de unos recrecidos de ladrillo no originales que, aunque dañan visualmente el monumento ofrecen cierta privacidad a la propiedad eclesiástica. De momento, la concejalía de Infraestructuras se contentará con ejecutar la primera fase de su proyecto, que será adecentar el cercado con labores de limpieza y retirada de maleza.

Los trabajos, adjudicados desde diciembre de 2019, estaban presupuestados en unos 900.000 euros y su dirección se le había encargado al arquitecto José Ramón Fernández Molina. Para salvar el problema de la privacidad de la casa sacerdotal, el arquitecto proponía una intervención menos agresiva con el equipamiento medieval, dicha actuación estribaría en la instalación de una celosía de madera y una estructura de toldos, algo que, de momento, quedaría en suspenso.

Durante la comisión de Urbanismo, la portavoz de Vox en el Consistorio, Cristina Coto, lamentó la tardanza del comienzo de los trabajos de recuperación del cercado.

Por ahora, el Ayuntamiento le ha requerido a la Dirección General de Patrimonio que autorice definitivamente el inicio de los trabajos de limpieza en la muralla, que anuncia que empezarán lo antes posible.