¿Reforma integral del segundo tramo de la Ronda Sur o solución instantánea para que los vecinos de la calle Isidoro Chamorro puedan cruzar a Santo Domingo sin dar un rodeo? Lo que parece una disyuntiva entre dos soluciones distintas a un mismo problema es, en realidad, una sucesión de actuaciones que no son incompatibles pero tampoco tienen la misma urgencia. Eso dijeron ayer, con otras palabras y en distintos momentos de la jornada, el Alcalde, Alfredo Canteli, y el concejal de Infraestructuras, Nacho Cuesta. El responsable del proyecto de reforma integral adelantado ayer por LA NUEVA ESPAÑA salió pronto al paso del supuesto enfrentamiento que la reforma supondría ante la solución de Canteli. “No es incompatible que se haga el paso de cebra y se aborde la segunda fase de la reforma de la Ronda Sur, a la que seguirá una tercera fase”, matizó.
Canteli lo dijo más claro, su compromiso con los vecinos y lo que sucederá de forma inmediata es que “para el verano estará lista una rampa de bajada, un paso de cebra y un semáforo”. “Lo prioritario y lo urgente”, insistió Canteli, “es que los vecinos no tengan que andar 700 metros para cruzar la Ronda Sur”.
Sobre la segunda fase de reforma de la Ronda Sur, que presenta otra solución para los vecinos de Isidoro Chamorro, consistente en un paso peatonal paralelo que sube hasta el puente de Melchor García Sampedro, y que también incluye otras soluciones para la salida a la calle Asensio Bretones, además de la urbanización del entorno y de la mediana, Canteli matizó que la reforma también se llevará a cabo. “Pero no es ni prioritaria ni urgente”. El Alcalde no descarta, pues, seguir con las fases de la Ronda Sur pero “a largo plazo”.
Desde la oposición, Somos y Vox no perdieron oportunidad de sacar rédito a la aparente discrepancia entre Canteli y su socio, Nacho Cuesta. Desde Somos, Nacho del Páramo consideró el proyecto de infraestructuras “un volantazo” con “el fin de boicotear la propuesta de Canteli”, que ellos defienden y juzgan “mucho más sencilla y barata”. Cristina Coto sí apoyó la idea de seguir urbanizando la Ronda, pero consideró excesivo el presupuesto de 2,2 millones. “No a costa de proyectos faraónicos que no conducen a nada. falta información seria y veraz”, concluyó.
