La diócesis de Oviedo dice adiós a Ángel González Suárez (Sebarga, Amieva, 1948), fallecido ayer tras una enfermedad que le fue diagnosticada hace un año, a la que no pudo vencer. El sacerdote, de 73 años y que estaba jubilado, será despedido hoy a las 12.30 horas durante un funeral presidido por el arzobispo Jesús Sanz Montes, en la iglesia de San José de Pumarín, donde colaboraba desde que se retiró en 2018.

Por la tarde se celebrará otra misa en Cirieño (Amieva), pueblo del que es originaria la familia. Allí recibirá cristiana sepultura. Los padres del sacerdote se afincaron en Pumarín, donde Ángel González residía con su hermana y donde ambos eran muy queridos por los vecinos. El servicio religioso estará en esa ocasión oficiado por Jorge Cabal Fernández, Vicario Episcopal de Gijón-Oriente.

Hilario Valdés, párroco de Pumarín, expresaba ayer su tristeza por la pérdida de un gran colaborador y amigo, siempre dispuesto a ayudar a los demás. “Ángel y su familia eran personas del barrio y eso hacía que él tuviese un cariño especial a la parroquia”, señaló el párroco de san José.

“Era un sacerdote discreto; era una persona generosa que aceptó con agrado el servicio que se le pidió en Pumarín”, manifestó ayer Benito Gallego, deán de la Catedral, que también destacó la vocación misionera que Ángel González tuvo la oportunidad de desempeñar ampliamente en Burundi. En Olloniego, donde también dejó un gran recuerdo, estuvo entre 2006-2015, periodo en el que también se ocupó de las parroquias de Santa Eulalia de Manzaneda, San Pedro de Naves, Santiago de Tudela Agüeria y San Julián de Tudela Veguín, todas ellas en el concejo de Oviedo.

En 2015 pasó a ser encargado adjunto del Archivo Diocesano y adscrito a San José de Pumarín de Oviedo, donde desempeño labores de administrador parroquial desde 2018. Ángel González, don Ángel para todos los feligreses, era uno de esos curas que sabía escuchar a los demás. Mucha gente se confesaba con él en la parroquia de Pumarín, tal como aseguraba ayer Hilario Valdés. “Es una gran pérdida para todos nosotros; vamos a notar su falta”, señaló.

Una foto de archivo del fallecido. / Ricardo Solís

Una foto de archivo del fallecido. / Ricardo Solís

González Suárez ingresó en el Seminario Diocesano de Oviedo donde cursó los estudios de filosofía y teología. Ejerció el diácono el curso pastoral 1972-1973 como adscrito a la Parroquia de San Martín de Besullo, (Cangas de Narcea), en cuyo templo recibió la ordenación sacerdotal el 5 de agosto de 1973 a manos del entonces Arzobispo de Oviedo Monseñor Díaz Merchán. Comenzó en aquellos momentos un largo periplo que lo llevó a ser misionero en la Diócesis de Gitega (Burundi), entre 1973 y 1984.

Desde allí se fue a París donde realizó estudios de Catequética adscrito a la parroquia de St. François de Salles (San Francisco de Sales), donde permaneció dos años, hasta 1986.

Regresó a España y le fue encomendado moderar los equipos sacerdotales de Santa María de Cerredo, Santiago Apóstol de Degaña, Santa Eulalia de Larón, San Pedro de Taladriz, San Jorge de Tormaleo, Santa María de Sisterna y San Luis de Tablado.

En el año 1989 se hizo cargo de las parroquias de Santa María de Riosa y Santo Adriano, en las que permaneció hasta 1996. Entre 1994 y 1996 desempeñó la labor de Arcipreste de Morcín. Su siguiente destino fue la Sagrada Familia de las Vegas, en el municipio de Corvera, donde permaneció hasta 2005. De 1998 a 2001 fue vicearcipreste de Avilés y de 2000 a 2003 miembro elegido del Consejo Presbiteral.