El Principado y el Ayuntamiento dieron ayer un gran paso en la búsqueda de “una solución inmediata” para acabar con el barrizal en el que se ha convertido el campo de rugby del Naranco. El Alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, y la consejera de Cultura, Berta Piñán, acordaron sentarse a redactar un nuevo convenio entre el Consistorio y el Principado para abordar la necesidad de sustituir el actual terreno de juego de hierba natural por un campo de césped artificial. El acuerdo sustituiría el firmado el pasado mandato según el cual las administraciones se comprometían a financiar a medias la inversión a cambio de ceder las instalaciones a la administración local. En esta ocasión, Oviedo quiere que la consejería asuma la totalidad del coste de los trabajos.
En el encuentro telemático participaron también la edil de Deportes, la también popular Conchita Méndez, y la directora general de Deportes, Beatriz Álvarez. Méndez calificó la cita como “muy positiva”. Desde el lado municipal aprovecharon para trasladar a Berta Piñán los acuerdos adoptados tanto por la junta de Gobierno como por el Pleno, en los que se recoge la obligación del Principado de sustituir el césped actual, al ser el propietario de los terrenos.
De momento, un equipo de técnicos municipales y regionales visitarán las instalaciones para evaluar las mejoras necesarias y realizar una cuantificación del coste de los trabajos. Una vez conocido el presupuesto necesario para acometer la remodelación del campo, Canteli y Piñán volverán a sentarse para establecer los términos del nuevo acuerdo con el que quieren dar respuesta a una demanda histórica del club local.
Campo de fútbol
Queda por ver si el nuevo convenio incluirá la cesión del resto de terrenos del complejo. El firmado el pasado mandato por el entonces regidor, el socialista Wenceslao López, y el otrora director general de Deportes, José Ramón Tuero, incluía también que Oviedo asumiera la titularidad del campo de fútbol de Vallobín, anexo al de rugby y el deteriorado aparcamiento situado entre ambos equipamientos deportivos.
López defendió a capa y espada los términos del acuerdo a través del cual las partes pagarían 200.000 euros cada una para poner el nuevo campo de césped artificial. A cambio, el Ayuntamiento tendría vía libre para actuar en los terrenos y sacar adelante un proyecto para crear un gran complejo deportivo en la falda del Naranco que conectase el parque Pura Tomás y el barrio de Vallobín.
Si bien el convenio llego a firmarse, el nuevo equipo de gobierno liderado por Alfredo Canteli descartó su ejecución al considerar que en los términos acordados por el anterior ejecutivo municipal con la administración autonómica el Ayuntamiento de Oviedo salía perdiendo.
Parche
Las obras del verano de 2018 para mejorar el drenaje del campo de hierba natural permitieron olvidar por un tiempo los barrizales, pero la carga de actividad de los ocho equipos del Real Oviedo Rugby, con 250 jugadores en total, hizo desaparecer de nuevo el verde del terreno de juego.
En los últimos meses, el club presidido por Arturo Méndez ha intensificado sus protestas y movilizaciones para tratar de sensibilizar a las administraciones públicas con un problema de infraestructura que frena el crecimiento y progresión de una institución deportiva histórica en la ciudad. Desde el club lamentan que los representantes políticos no les tengan al tanto de las negociaciones para satisfacer sus demandas. “Tendremos que enterarnos por LA NUEVA ESPAÑA”, se quejan en la entidad deportiva.
