El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Oviedo, Wenceslao López, pidió ayuda ayer al alcalde, el popular Alfredo Canteli, para intentar evitar el plan de descontaminación aprobado en 2012 para la Fábrica de Gas, que prevé, entre otras cosas, el derribo de “ocho elementos singulares de construcción”.

El exalcalde socialista solicita a su sucesor en la Alcaldía que “haga callar” al concejal de Urbanismo y número dos del gobierno municipal, el edil de Ciudadanos Ignacio Cuesta, así como que sea “coherente” con su programa electoral y sus propias palabras en defensa de otros elementos singulares.

López lamenta que Cuesta defienda la continuidad del plan actual de descontaminación sin aportar más argumentos que la “coherencia” con el planteamiento inicial. El edil explicó que el actual plan se aprobó en 2012 en el Ayuntamiento –con los votos a favor de todos los grupos, incluido el socialista–, pero ahora las circunstancias han cambiado en pro de la sostenibilidad. “Es importante reconocer cuándo uno se ha confundido y corregir los errores”, apuntó el concejal del PSOE, que califica el hipotético derribo de los edificios señalados por el plan de descontaminación como “un error histórico” sobre un patrimonio que “puede ser reconvertido al siglo XXI”.