“No es solo subirse a la torre de la Catedral para hacerse una foto, queremos que las visitas sean un relato, que te cuenten la historia del templo y la historia de la ciudad”. Los concejales de Turismo, Alfredo García Quintana, y de Promoción Económica, Javier Cuesta, están volcados con el cabildo en convertir el nuevo proyecto turístico vinculado a la Santa Basílica en la puerta de entrada a Oviedo, en un “contenedor cultural” donde el turista pueda encontrar mucho más de lo que ofrece subir sus más de 180 escalones.
El Ayuntamiento de Oviedo se ha inspirado en otros proyectos desarrollados en España como el de “Ieronimus”, articulado sobre las torres de la Catedral de Salamanca, y en el que se ofrecen distintos tipos de recorridos, visitas nocturnas, pases especiales para grupos y complementos en forma de exposiciones e intervenciones dramatizadas. El Ayuntamiento deja claro que será el cabildo el que explotará estas visitas a la torre porque, a la postre, matiza Javier Cuesta, “se trata también de que el recurso revierta en mejorar, mantener y potenciar un activo como la Catedral”. Pero el Ayuntamiento quiere ofrecer a la iglesia un proyecto “llave en mano”. Aunque las dos partes están todavía analizando y formalizando el convenio con el que afrontarán este plan, García Quintana aclara que el municipio quiere entregarle al cabildo un proyecto “completo”, que incluya ya no solo las obras que habrá que acometer para que el recorrido sea seguro, sino “el relato que el visitante podrá recibir” y el tipo de “experiencia” que vivirán durante su recorrido hasta esos miradores.
Allí arriba, los turistas se encontrarán, por ejemplo, con uno de los puntos de vista más célebres de la literatura realista decimonónica, el que tenía el Magistral en “La Regenta” de Clarín. Pero también, aprovechando uno u otro mirador, panorámicas inéditas de la ciudad, al Norte, Sur, Este y Oeste. Esa visión permite contemplar y entender mejor el conjunto catedralicio, el Oviedo redondo, el industrial, con la fábrica de Gas y La Vega a la vista, o el Naranco.
Son todos esos “Oviedos” que caben en la visita a la torre los que el Ayuntamiento quiere incorporar en el plan turístico, para que la visita sea también una puerta de entrada a la ciudad. Para que el proyecto funcione y para que este itinerario se convierta en el principal reclamo de la ciudad, Cuesta afirma que han de ser los propios ovetenses los que primero aprovechen este recurso, lo conozcan, lo disfruten y se conviertan en embajadores del proyecto.
“Los ciudadanos tienen que acercarse a la Catedral, conocerla y disfrutarla”, resume, y pone de ejemplo la necesidad de establecer de forma sistemática visitas al templo por parte de los centros educativos del municipio.
Además de esa historia de la ciudad, el Ayuntamiento quiere que a lo largo del recorrido se puedan disponer distintos elementos que permitan acoger exposiciones y muestras diversas. Esa adecuación formará parte de la inversión en mobiliario que también correrá a cargo del Ayuntamiento. Antes, deberán acometerse algunas obras no demasiado complejas: cierres metálicos y de cristal, pasamanos y diversos elementos de seguridad que según una estimación inicial del cabildo podrían sumar una inversión de 60.000 euros.
Además, el Ayuntamiento buscará financiación en los planes del Xacobeo, porque las visitas a la torre deberían de estar ya en funcionamiento durante el verano y se convertirían en uno de los recursos principales del programa “Oviedo, origen del Camino”.
