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Pablo de María: “El camino de SACO no es convertirse en un festival competitivo, somos más libres así”

“La gente tiene que volver a ver cine en el cine: no es lo mismo tener en casa un libro de Picasso que ir al Bellas Artes”

Pablo de María

Pablo de María es el director artístico de la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO), muestra de cine cuya séptima edición comienza el día 19.

–¿Es complicado armar una programación en este escenario?

–Sí. Aunque en realidad fue más difícil el año pasado, porque todo fue más sorprendente, no estábamos preparados para todo lo que se nos vino encima. Este año, de lo malo, ya sabíamos cuáles iban a ser las condiciones.

–¿A SACO le afecta más que haya poca producción o los problemas de distribución?

–Por el carácter de nuestra actividad, que es una muestra no competitiva, tenemos más libertad para elegir. Pero con el cierre de las salas comerciales, y también de algunas filmotecas, no hay pantallas para estrenar y se produce un atasco. La mayor parte de los títulos acabaron en las plataformas de streaming o en festivales que se reconvirtieron a un formato online. Pero se nota ese atasco, porque las distribuidoras no saben muy bien qué hacer con las películas.

–¿La evolución natural de SACO pasa por convertirse en un festival competitivo?

–No es nuestra intención, porque en el espacio en que nosotros nos movemos, que es Asturias, ya hay un festival competitivo consolidado, con una gran historia, que es el Festival de Gijón. Desde un inicio, nosotros buscamos una vía diferente a la del Festival, volcándonos más en el patrimonio fílmico, la recuperación de clásicos, los cine-conciertos, las videoinstalaciones... Son productos que se generan desde SACO, ideas que nosotros tenemos y que producimos. Y para hacer todo esto, no ser competitivos es un alivio, porque nos permite mucha más libertad. De hecho, hay festivales que están pensando en hacer el camino contrario, lanzando secciones paralelas no competitivas en las que puedan albergar títulos que, de otra manera, no tendrían encaje.

Pablo de María F. Torre

–Los cine-conciertos y las videoinstalaciones tienen cada vez más peso en la programación.

–Cada vez nos gusta más jugar, experimentar. Pero es que además en Asturias hay un tejido cultural y creativo muy potente, con gente que está haciendo cosas muy interesantes a nivel de vídeo, de sonido, de arte. Nosotros intentamos ser porosos y atraer a la gente que está a nuestro alrededor. Todo ese tejido cultural y creativo que hay en Asturias a mí me interesa mucho, y de hecho concebimos la idea de SACO como un espacio abierto colaborativo, en el que las diferentes corrientes creativas y artísticas de Asturias puedan aportarnos algo. Un ejemplo concreto de esta edición es el de “La carreta fantasma”. Establecimos contacto con Cristina Gestido, nos propusieron hacer algo dentro del festival y nosotros les dijimos que qué les parecería trabajar sobre ese título de Victor Sjöström. No conocían la película, pero una vez que la vieron les fascinó y comenzaron a trabajar sobre ella. Así se estableció la colaboración y a mí es lo que más me gusta hacer. Creo que esa es una utilidad de SACO.

–Habla de “La carreta fantasma”, ¿será uno de los descubrimientos de esta edición?

–Creo que sí, será de los que más sorprenderá al público. Esa película es una gran desconocida, a pesar de ser un gran clásico a la altura de “El acorazado Potemkin” o “Metrópolis”. Pero no tiene esa fama para el gran público, no sé por qué. Pero al público le va a parecer fascinante, y quizá sirva para poner sobre la mesa la figura de Victor Sjöström.

–Otro foco importante es el que dedican a Wong Kar-wai, con un ciclo completo con siete películas recién restauradas.

–Había que ponerlas todas porque son magníficas. Es la primera vez en SACO que hacemos un ciclo sobre un director, pero creo que viene bien para contextualizar mejor su obra. Es uno de los grandes directores contemporáneos.

–¿Volveremos a ver cines comerciales en el centro de Oviedo?

–La exhibición comercial está cambiando mucho. Desde hace años hay una pequeña ola de apertura de cines más pequeños, de salas más de arte y ensayo, en versión original. Un ejemplo son los cines Numax, en Galicia. No estaría mal que eso sucediera aquí, y quizás ese tipo de salas pequeñas resiste mejor que las multisalas. En cualquier caso, me gustaría ver más cines en las ciudades, y sobre todo que se volviera a ver cine en el cine. Está muy bien el papel que juegan las plataformas digitales, pero tenemos que entender que no tiene nada que ver una cosa con otra. No es lo mismo tener en casa un libro de Picasso que ir al Bellas Artes.

–SACO nació con un gobierno del PP, creció con un tripartito de izquierdas y sigue adelante, de nuevo con el PP y Ciudadanos. ¿Es la prueba de que la cultura no entiende de color político?

–Efectivamente. Hemos tenido concejales y concejalas casi de todos los partidos, y la verdad es que tengo que decir que con todos hemos trabajado muy bien y nos hemos sentido siempre muy apoyados. El apoyo del actual concejal de Cultura, José Luis Costillas, es total, vemos que hay un apoyo real y férreo hacia la actividad. Y nunca nadie nos ha dicho qué tenemos que hacer, qué podemos hacer o qué no podemos hacer en cuanto a programación. Gracias a ese apoyo total tenemos los resultados que tenemos.

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