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El Ayuntamiento asegura que la rehabilitación de la muralla comenzará de inmediato

El Consejo de Patrimonio ha dado el visto bueno a los trabajos encargados a José Ramón Fernández Molina en el año 2017

La muralla medieval de Oviedo.

Las obras de adecuación de la muralla medieval de la ciudad ya pueden comenzar. Tras meses de retrasos, los trabajos ya cuentan con el visto bueno del Consejo de Patrimonio del Principado y, según adelantó ayer el teniente de alcalde Nacho Cuesta (Cs), comenzarán de manera inminente.

La concejalía de Infraestructuras había solicitado a la Consejería de Cultura la autorización para el inicio de las obras hace unas semanas, dejando aparcada, de momento, la actuación en las edificaciones de ladrillo de la parte correspondiente a la casa sacerdotal. Patrimonio ha comunicado a la concejalía de Infraestructuras que no ve ningún inconveniente en el inicio de las obras de restauración y limpieza del tramo de la calle Paraíso, donde el cercado medieval se encuentra completamente oculto por la maleza.

En palabras del propio Nacho Cuesta, las obras podrán comenzar ahora que se ha recibido “el visto bueno por parte de Patrimonio” y se ha conseguido la conformidad del Arzobispado tras “numerosas reuniones con la Iglesia”. A ojos del concejal de Infraestructuras, la recuperación del monumento medieval “desconocido para muchos ovetenses” supone “el primer paso de una actuación largamente esperada y otro compromiso cumplido, en año y medio que llevamos de mandato”.

En esta primera fase, los trabajos se centrarán en la adecuación y limpieza de la abundante maleza y vegetación que la cubre y casi la esconde en algunos puntos. Más adelante, relata el edil, “trabajaremos en la recuperación de este monumento como enclave turístico de referencia, con la mejora de la señalización, iluminación y promoción”. Además, la rehabilitación del cercado medieval “puede ser un elemento muy importante a valorar de cara a la candidatura del casco viejo de Oviedo a Patrimonio de la Humanidad”, señala el concejal.

Los planes iniciales del Consistorio eran más ambiciosos y pasaban por demoler un recrecido de ladrillo levantado sobre la muralla a la altura de la Casa Sacerdotal. Este extremo fue rechazado de pleno por el Arzobispado, que argumenta que esta actuación restaría privacidad a la vivienda de la Iglesia. El proyecto, que lleva años sobre la mesa, le fue adjudicado al arquitecto José Ramón Fernández Molina en el año 2017. Ahora, por fin y aunque con expectativas rebajadas respecto a lo que se pretendía en un principio, las obras, que cuentan con un presupuesto cercano a los 900.000 euros, podrán comenzar en el tramo del cercado de la calle Paraíso.

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