Como manda la tradición desde que el paso del Prendimiento sale a la calle por Oviedo, una delegación de la junta de gobierno de la Hermandad de los Estudiantes recibió ayer de manos del deán de la Catedral, Benito Gallego, una rama perteneciente al conocido como “olivo centenario”, que según se cree fue plantado en el claustro con una semilla traída por un peregrino de Tierra Santa.

Uno de los contraguías del equipo de capataces de la hermandad, Celestino Arias, conocido como “Sansón” en la hermandad, por su envergadura, fue el encargado de coger y cortar la rama ante la atenta mirada del deán, del hermano mayor, Andrés Llavona, y de los demás miembros de la junta de gobierno. Benito Gallego bendijo la rama de olivo con agua bendita que extendió sobre él con un hisopo.

La rama formará parte del paso del Prendimiento que los Estudiantes mostrarán en la exposición “Cirineos de Dios”, que se inaugura el sábado en Trascorrales a las doce.