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El skate celebra a su héroe

Los padres de Ignacio Echeverría visitan el skatepark que se dedicará a la memoria de su hijo, fallecido en los atentados de Londres

En primer término, Blas Pisa (izquierda) y Alexander Chaves. Al fondo, de izquierda a derecha, Nicolás Muslera, Javier Palacios, Alejandro Riaño, Miguel Lombardía, Manuel Alonso y Pablo Delgado, junto a los padres del “héroe del monopatín”, en el skatepark del Campo. | Miki López

“Ignacio es un ejemplo porque era una persona normal y corriente. ¿Un héroe? Sí, pero un héroe común. Cualquiera que tenga la voluntad de ayudar a los demás podría seguir su ejemplo. Por eso seguimos hablando de esto, porque creemos que es bueno que se haga”, relata Joaquín Echeverría en el skatepark del Campo San Francisco, que desde hoy llevará el nombre de su hijo, Ignacio Echeverría, “el héroe del monopatín”. El skater, de origen asturiano, dio su vida en los atentados de Londres de junio de 2017. Armado con su tabla, se enfrentó a tres terroristas para proteger a una mujer de nacionalidad francesa. Su sacrificio salvó la vida de cuatro personas. El Ayuntamiento ya ha instalado un monolito entre el paseo del Bombé y el paseo de los Curas, y hoy, a las 12.00 horas, durante el homenaje en presencia de su familia, será rotulado.

Joaquín Echeverría y Ana Miralles de Imperial, padres de Ignacio Echeverría. | Miki López

Joaquín Echeverría y Ana Miralles de Imperial, padres de Ignacio Echeverría. | Miki López

Mientras Joaquín Echeverría y Ana Miralles de Imperial visitan el skatepark que el Ayuntamiento le dedicará a su hijo, sobre el asfalto patina un grupo de jóvenes. Manuel Alonso se acerca a ellos, mucho más prudente que sobre la tabla. “Solo quería que supieran que Ignacio es un ejemplo para todos nosotros”, les dice antes de volver con el grupo. Estos se lo agradecen con una sonrisa. Reciben a menudo este tipo de gestos, sobre todo “desde el mundo del monopatín”, apunta Ana mientras observa cómo los jóvenes hacen trucos sobre las instalaciones de cemento. Miran como si lo echasen de menos, entre divertidos y fascinados por la repetición de los movimientos del patín de los asturianos. En silencio y con el gesto celebran sus éxitos y lamentan sus fracasos sobre el “quarter pipe” recientemente decorado en honor de “el héroe del monopatín”. Al verlos repetir y repetir cada salto, reconocen con una sonrisa que es algo a lo que están acostumbrados. Los jóvenes patinadores de la ciudad rindieron así su particular homenaje a su compañero fallecido, patinando en presencia de sus padres, haciendo acto de presencia en la instalación que a partir de ahora homenajeará al patinador. Juntos, hablaron de Ignacio, del dolor de la pérdida, pero también de los amigos comunes que unían a los ovetenses con Ignacio Echeverría. Pablo Delgado, propietario de una tienda de skate en la ciudad, relata que, tras el atentado en el que perdió la vida Echeverría, recibió llamadas de amigos comunes que le dieron la triste noticia. Aun hoy, cuatro años después, el golpe en el mundo del patín sigue doliendo.

El skater Manuel Alonso, en el Campo. | Miki López

Los padres de aquel héroe que se enfrentó con un skate a las armas de los yihadistas acaban de llegar a Oviedo desde Madrid, donde residen desde hace años. Joaquín Echeverría cuenta que el homenaje en Oviedo le hace especial ilusión por haberse criado en la capital asturiana. Joaquín celebra que el Ayuntamiento haya decidido dar el nombre de su hijo a un skatepark (“su pasión”) en un lugar tan emblemático como el Campo San Francisco. Relatan los padres de Ignacio Echeverría que el teniente de alcalde Mario Arias se puso en contacto con ellos hace “más de un año” con el objetivo de hacerle un homenaje a Ignacio Echeverría, aunque con una idea distinta, multitudinaria. Pero, como tantas otras cosas, el recuerdo y la distinción al héroe de Londres tendrán que celebrarse en términos más íntimos. Los actos se circunscribieron a un proyecto para decorar la instalación con un mural colaborativo y finalizarán hoy con la colocación de una placa en el monolito de piedra. Joaquín y Ana explican que ellos están “encantados” de acudir a todos los actos en recuerdo de su hijo; de hecho, vienen de Pamplona y, tras pasar por Oviedo, se dirigen a Albacete. Su padre lo explica diciendo que “Ignacio era un buen hombre, y creo que es positivo que se hable de él, que inspire a otros, que se le recuerde”. Él mismo escribió un libro con el título “Así era mi hijo Ignacio: el héroe del monopatín”

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