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El agua volverá a todas las fuentes del Campo San Francisco, empezando por José Tartiere y el Angelín

Urbanismo prepara un plan especial que permitirá renovar el pavimento del parque en 2022 y que incluirá reparaciones en el paseo de los Álamos

Monumento a José Tartiere.

Medio siglo después volverá a caer una película de agua a ambos lados de José Tartiere. También manará de nuevo del cuerno que sopla el Angelín. A estas dos fuentes, que se repararán “inminentemente”, les seguirán los tímidos chorros del monumento a Clarín. También los nenúfares podrán volver a nacer en el estanque de Covadonga, seco desde hace años. El Ayuntamiento dará orden de recuperar todas las fuentes. Y, ya entrado 2022, Urbanismo levantará el pavimento de asfalto coloreado del Campo, visiblemente deteriorado, para instalar uno de un material más estético y duradero, tal y como pide la Consejería de Cultura desde 2018. Son estos “criterios de actuación”, marcados entonces por el Principado, los que se utilizarán como “abc” para la redacción del plan especial del Campo San Francisco. El primer teniente de alcalde, Nacho Cuesta, desveló ayer que la concejalía de Urbanismo ya está trabajando en este documento. En él se hará un inventario de todos los elementos y edificios del parque, su estado y las actuaciones que necesitarían. Esto será lo que permita que Cultura no tenga que autorizar, una a una, cada una de las actuaciones de mantenimiento ordinario que resultan necesarias en el pulmón verde de la ciudad. El plan director adelantado por este diario marca las líneas maestras del futuro del Campo en forma de deseos o sugerencias, así como cuestiones relativas a la flora y la fauna, pero cobra validez jurídica al reflejarse en una herramienta urbanística, tal y como exige la ley de Patrimonio Cultural del Principado. Así, los planes para el parque pasarán de las musas al teatro una vez aprobado el plan especial.

Está previsto que este documento incluya el paseo de los Álamos, uno de los puntos más polémicos de los últimos días. Ayer, Cristina Coto (Vox) volvió a urgir su reparación al equipo de gobierno. En palabras del concejal de Infraestructuras, la reparación integral del mismo sigue condicionada al futuro del parking, que discurre bajo sus adoquines. Y, hasta 2023, solo se realizarían tareas de conservación. No ocurrirá lo mismo con el resto de las vías internas del parque, que está previsto que se levanten y renueven de manera integral durante el próximo año. Está por ver si los técnicos siguen el criterio marcado por los arquitectos Cosme y Julia Cuenca en el plan director y deciden eliminar aquellos paseos “redundantes” para hacer que el pulmón verde del campo pierda hormigón y sea, eso, más verde.

La estatua del Angelín, junto a Marqués de Santa Cruz.

En su informe, fechado en agosto de 2018, Cultura ya advertía de que el pavimento dispuesto en los años noventa no había sido “la solución más adecuada”. El servicio de Patrimonio considera que el hormigón coloreado y sus sucesivos parcheados ofrecen un “aspecto desgastado y precario”. Y explican que, en la actualidad, “no sería admisible la disposición de un material industrial de esas características”. Por ello, el Ayuntamiento se pondrá manos a la obra, levantará los suelos y colocará nuevos materiales.

Pero eso será en 2022 y se espera que, durante este año, se sucedan las intervenciones. Las primeras serán las que afectan a las fuentes del Angelín y José Tartiere, situado en el paseo de los Álamos. Inaugurado en 1933, el monumento al emprendedor de origen vasco sigue conservando las cañerías que llevan el agua desde sus bajos hasta la parte alta del monumento para crear una película que debería volver a caer a ambos lados de la estatua de bronce. Los técnicos municipales estiman que el monumento se secó a principios de los años setenta del pasado siglo. Medio siglo sin más agua que la que se estanca en sus fondos a causa de la lluvia. La fuente del Angelín, situada en la glorieta del antiguo jardín botánico, está datada en la década de 1880. A la reparación de estos dos ornamentos, les seguirá la recuperación del resto de fuentes. “Será un goteo constante de actuaciones”, apuntan desde la concejalía. Edificios y Patrimonio también planea repintar la biblioteca La Granja, hoy, con la parte trasera cubierta de grafitis.

En detalle, una de las cañerías que, en su día, hicieron que el monumento tuviese agua.

En detalle, una de las cañerías que, en su día, hicieron que el monumento tuviese agua.

Además, la vuelta de Neptuno al Campo está “cerca”. Volverá, pero a costa de otro angelín, el “falso”. Casi idéntico al que se reparará, tiene una particularidad: no puede expulsar agua por su cornucopia. Este ornamento, situado entre el paseo de los Álamos y la Rosaleda, cambiará de ubicación por orden del Alcalde, y podría reaparecer en el nuevo espacio botánico que se está dibujando frente al Pavo Real.

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