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Oviedo llora a Benjamín Rodríguez Cabañas, el concejal karateca que sacó brillo a las calles

Políticos y deportistas destacan la “lealtad y generosidad” del exedil de Limpieza que dirigió 28 años la federación asturiana la arte marcial

Benjamín Rodríguez Cabañas en 2019. | | LNE

Llevaba unos años “pachucho”, había perdido peso, los achaques le impedían estar al cien por cien, pero su pasión por el deporte y ayudar a los demás seguía intacta. El martes a las siete de la tarde su corazón dejó de latir tras recibir la extrema unción por parte del párroco de San Isidoro. Su inseparable mujer Rosa María y su hija Esther no hallaban consuelo, pero en el caso de Benjamín Rodríguez Cabañas especialmente la muerte no es el final. El que fuera concejal de Oviedo entre 1999 y 2015 y presidente de la Federación Asturiana de Kárate durante 28 años hasta hace apenas unos meses deja un amplio legado en forma hitos deportivos y conquistas municipales que tanto políticos como karatecas, visiblemente conmocionados, coincidieron ayer en destacar para LA NUEVA ESPAÑA.

Cercanía, lealtad o generosidad son algunas de las palabras más utilizadas por quienes le acompañaron en las etapas más apasionantes de su trayectoria vital de 75 años. Natural de Olloniego, Rodríguez Cabañas estudió Topografía y Administración. Trabajó para la empresa pública Hunosa hasta su prejubilación allá por finales de los años noventa, pero lejos de reducir su actividad, el retiro le abrió las puertas a volcarse más con su gran pasión: el deporte.

Rodríguez Cabañas recibe un premio de manos de Gabino de Lorenzo ante la atenta mirada de Alfredo Canteli en 2009.

Tras una juventud volcado con el fútbol –llegó a jugar en Tercera División–, ya maduro, encontró en el gimnasio Elías de la calle González Besada las puertas a un nuevo mundo. El campeón de kárate Lino Gómez Feito fue su maestro antes de convertirse en su mano derecha en la Federación Asturiana de Kárate. “Era una persona muy resolutiva, capaz y emprendedora”, apunta el deportista sobre las cualidades que el mundo de este deporte, hasta entonces poco desconocido, respaldó la llegada de Rodríguez Cabañas a los despachos de la Federación.

Gabino de Lorenzo: “He perdido un compañero en la política municipal y un muy buen amigo, siempre dispuesto a ayudar con toda su lealtad y afecto. ¡Descansa en paz Jamo!”

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Su papel en la territorial dio pronto frutos. Los buenos resultados de su gestión eran evidentes y Gabino de Lorenzo vio en él un excelente acompañante para las listas de las elecciones municipales de 1999. “He perdido un compañero en la política municipal y un muy buen amigo, siempre dispuesto a ayudar con toda su lealtad y afecto. ¡Descansa en paz Jamo!”, lamentaba ayer el que fuera inquilino de la Alcaldía ovetense desde entre 1991 y 2012.

Incondicional del PP

Como concejal tampoco le fue mal. La prueba es que el PP, partido del que presumía ser incondicional “desde los tiempos de AP”, le mantuvo como representante municipal hasta 2015. En esos cuatro mandatos demostró sus buenas artes para torear con las demandas del medio rural y jugó un papel fundamental en la modernización del servicio de limpieza. “Fue el artífice de la puesta en marcha del sistema de recogida selectiva”, rememora el también exalcalde Agustín Iglesias Caunedo, aún conmovido por la pérdida de “un tipo entrañable, que se volcaba con todo lo que se proponía”.

De sus andanzas municipales sabe mucho Alfonso Pereira, ahora edil de Ciudadanos, pero compañero de filas del ya desaparecido concejal en tiempos de De Lorenzo. “Me ayudó mucho en mis inicios porque él era más veterano y nos hicimos grandes amigos”, comenta Pereira acerca de un hombre al que el actual alcalde, Alfredo Canteli, que en 2014 le promovió un homenaje por sus logros deportivos cuando era presidente del Centro Asturiano, señala como uno de los artífices de que Oviedo sea reconocida como “una de las ciudades más limpias de España”.

El concejal, rodeado de niños durante una competición de kárate en 2016.| LNE

Incluso sus rivales políticos vieron muchas virtudes en el concejal karateca. “Era muy dialogante, hizo una gran labor como concejal y deja un gran vacío en las calles de Oviedo, donde era habitual encontrarle”, reconoce el histórico concejal de IU, Roberto Sánchez Ramos al referirse a su excompañero de corporación.

Fuera de la actividad municipal, en el mundo del kárate era visto como un defensor a ultranza de la especialidad, lo cual le llevó a tener sus roces con la administración regional. “Era muy temperamental para lo bueno y para lo malo”, cuenta José Ramón Tuero, director general de Deportes del Principado entre 2012 y 2019, quien, pese a todo, hace un balance positivo del legado del dirigente federativo. “Fue un gran luchador por el kárate, aunque a veces no estuviéramos de acuerdo”, dice el ahora concejal de Deportes de Gijón.

Fue no obstante en el campo deportivo donde dejó una huella más honda. Apasionado del Atlético de Madrid, en 2011 fundó la peña colchonera Vetusta, la cual todavía presidía con el sueño de ver algún día a su “Atleti” del alma levantar la orejona –la Copa de Europa–. Esta faceta futbolera también era conocida entre sus colegas karatecas, los cuales le atribuyen buena parte de los méritos conseguidos por las artes marciales asturianas partir de los años 90. “Puso nuestro deporte en la élite nacional”, comenta Rodolfo Suárez, subrayando la omnipresencia de Cabañas a la hora de echar una mano. “Siempre estaba ahí para ayudar, en mi caso me echó un cable para ser árbitro internacional”, dice el veterano karateca.

El laureado Luis Gómez Feito atribuya el éxito del presidente a que “tenía una gran valía y abrió muchas puertas al mundo del kárate regional", mientras que el seleccionador nacional de kárate, el asturiano Ángel Arenas destaca sobre todo la revolución que supuso su llegada a la territorial. “Dio vida al kárate en Asturias en un momento en el que no era tan conocido”, resalta.

La noticia del fallecimiento del histórico concejal, publicada ayer por LA NUEVA ESPAÑA, dejó de piedra a muchos desde primera hora de la mañana. A pesar del deseo de multitud de amigos, vecinos y colaboradores de brindarle un último adiós, los familiares han declinado abrir capilla ardiente debido a la situación sanitaria. El cuerpo será incinerado hoy a las tres de la tarde en la intimidad familiar y las cenizas serán recibidas el lunes a las cinco de la tarde en la iglesia de San Isidoro el Real, donde tendrá lugar el funeral del que para muchos será recordado como “el concejal karateca” de Oviedo.

Todo un paisano

Alfredo Canteli


Con la muerte de Benjamín Rodríguez Cabañas, Oviedo pierde a uno de sus más leales y entusiastas servidores de esta primera mitad del siglo XXI. Como concejal, en 16 años desarrolló una intensa labor que ha dejado huella por su preocupación por la zona rural, por su implicación en todas las actuaciones que han llevado a Oviedo a ser reconocida como una de las ciudades más limpias de Europa y, especialmente, por su bonhomía, su cercanía y su capacidad de conciliar, tratando de superar siempre las diferencias y haciendo prevalecer la relación personal, algo cada día, desgraciadamente, más ajeno a la actividad política. Personalmente, pierdo a un gran amigo con el que viví muy buenos momentos en el Centro Asturiano, compartiendo nuestro amor por Oviedo y por el deporte, en el que Benjamín marcó, también, un hito como presidente de la Federación Asturiana de Karate; disciplina que practicó pero a la que sirvió mucho mejor desde fuera del tatami, convirtiendo al karate asturiano en una referencia en toda España. Era una persona cabal, que siempre dio ejemplo de entrega, de capacidad de trabajo, de amor por los suyos y de respeto a quien no pensaba como él. Puso siempre la amistad por delante de cualquier otra razón, lo que le hacía una persona entrañable aún cuando nunca renunciara a su carácter y a defender con pasión sus ideas. Los asturianos tenemos una expresión preciosa para valorar a una persona así: era todo un paisano. Su muerte es una gran perdida para todos los que le queríamos, que estoy seguro somos todos los que tuvimos la oportunidad de conocerle. Y, sin duda, es una enorme pérdida para su esposa, Rosa, y su hija, Esther, quienes en estos momentos de dolor pueden sentir como consuelo que Benjamín Rodríguez Cabañas tiene un lugar de honor en la memoria colectiva del Oviedo que él tanto amó.

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