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Victoria Álvarez, coordinadora de calidad del ISPA: “Además de hacer ciencia, el ISPA tiene que hacerse y hacerla visible”

“Si el Instituto logra la acreditación del Carlos III nos va a beneficiar muchísimo a la hora de obtener recursos”

La bióloga y coordinadora de calidad del ISPA, Victoria Álvarez Martínez en el Insituto.

Cuando en el año 2016 se creó el ISPA (Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias) se consiguió algo poco habitual. La organización tardó muy poco en alcanzar un nivel “muy alto” en el campo de la investigación, pero la parte “burocrática”, se había quedado rezagada. Los investigadores del ISPA, para quien trabajan algunos de los primeros espadas del panorama científico nacional e internacional, llevan años contribuyendo al desarrollo biosanitario, pero la institución no tenía su “certificado de excelencia”, una cualificación que ya avalaban sus trabajos. Esta acreditación, que expide el Instituto Carlos III de Madrid, no es un mero papel, tiene unas implicaciones prácticas que se traducen en más recursos (dinero, material y personal) para liderar con más fuerza la investigación biosanitaria en la región y, sobre todo, para seguir llevándola a la cama de los pacientes. La investigadora y coordinadora de calidad del Instituto anexo al HUCA, Victoria Álvarez Martínez, ha sido una de las encargadas de poner al día todo lo que se había quedado atrás. Actualizar los planes que exige el centro madrileño y elaborar la documentación que el pasado miércoles se le envió al Carlos III. En el centro dan por hecho que obtendrán el reconocimiento, pero son cautos con una fecha que esperan que llegue cerca de enero de 2022.

–¿Qué supondrá obtener la acreditación del Instituto del Carlos III para la investigación?–Sería vital para la investigación asturiana, no solo en el HUCA, aunque sea aquí donde esté centrada, esto sería importante para toda Asturias. Además, es algo para lo que nos llevamos preparando durante años. Obtener la acreditación del Carlos III supone acceder a recursos y convocatorias que antes teníamos cerradas, y obtener puntos para acercarnos a otros objetivos. Este reconocimiento nos va a beneficiar muchísimo en la obtención de recursos. Este aumento de recursos destinados a la investigación también significará que los pacientes y el HUCA se van a beneficiar enormemente. Pero no solo el HUCA, todos los hospitales asturianos se verán beneficiados.

–¿Por qué se está tardando tanto en conseguir ese certificado de excelencia?

–Cuando el ISPA se preparó para conseguir el certificado, el Instituto Carlos III endureció los criterios. Eso fue en 2019. La parte más importante, que es el alto nivel de la investigación, siempre se cumplió. Pero además de hacer ciencia tienes que hacerte y hacerla visible, somos el Instituto de investigación de todos los asturianos. Desde ese momento se empezaron a valorar mucho más otras cuestiones que están a la orden del día en la sociedad del siglo XXI: paridad, transparencia en la contratación... Eso fue lo que hubo que trabajar durante estos años para cumplir con los indicadores. Es algo que se exige desde Europa. Sobre todo se nos pedía que interaccionásemos más con la sociedad, hemos trabajado muy duro en eso durante los últimos meses. El día de la Mujer y la Niña en la ciencia fue muy importante, hicimos una actividad que funcionó muy bien. Eso, por ejemplo, también se valora y mucho a la hora de conseguir la excelencia. –¿Cómo han sido estos meses de trabajo?

–Muy duros. Hemos formado comisiones y comités multidisciplinares que han trabajo en conjunto para desarrollar todos los planes del Instituto. Lo que se traduce en la documentación que ya le enviamos definitivamente al Carlos III en la tarde del pasado miércoles. Para lograrlo hemos trabajado todos fuera de horario y muchas horas. Es la suma de un trabajo muy arduo de mucha gente.

–Entiendo que tampoco acabará ahí.

–Ahora tienen que estudiar la documentación y las evidencias que les hemos enviado. Una vez terminen de estudiarla, aproximadamente en junio, nos enviarán un grupo de auditores para que vean cómo se desarrolla el trabajo en el Instituto y comprobar sobre el terreno si el ISPA es merecedor de la acreditación de excelencia y cumple con las exigencias de la guía. Nosotros estamos seguros de que así es. Una vez finalice esa auditoría nos dirán si tenemos que mejorar alguna cosa. Habrá que remitir esas correcciones y, por fin, nos darán la acreditación.

–¿Cuándo podría llegar?

–Estimamos que podremos contar con ella a finales de este año o a principios del siguiente. Ahora, con la pandemia es difícil hacer predicciones, nunca se sabe cuándo la cosa se puede torcer

–Una vez conseguida la acreditación ¿se acaba el trabajo?

–No. El certificado no es algo que dure para siempre, hay que renovarlo periódicamente y los criterios, como pasó en 2019, pueden volverse más duros. La idea es que siempre estés mejorando, haciendo ciencia y trabajando en equipo. Esto no es sentarse a esperar. Una vez entremos en la rueda hay que seguir trabajando para estar siempre en la excelencia..

–Uno de los aspectos que se les exigen es esa relación con el entorno. Les toca tirar de esa milla de la bata blanca que se quiere potenciar en Oviedo.

–Creo que en el HUCA, como hospital de referencia de Asturias, la FINBA y el ISPA tenemos que tener interiorizado que somos el referente. Pero Asturias es una comunidad pequeña en la que tenemos que aglutinar esfuerzos. Aunque a nivel de acreditación el núcleo asistencial será el HUCA esto es un beneficio y un trabajo para toda Asturias.

–Muy cerca del HUCA y del ISPA hay otras instituciones que también trabajan en el ámbito biomédico

.En el Vivarium de Ciencias de la Salud de Prado de la Vega tienen su sede empresas que trabajan en los mismos ámbitos que el ISPA y con las que colaboran en ocasiones. ¿También planean abrirse más hacia ese tipo de sinergias?

–El Instituto tiene un comité de innovación y esta en contacto con estas empresas. Es importante no centrarse solo en la investigación básica y potenciar también la innovación, pero la innovación desde todos los puntos. Puede ser a través de las ideas que puedan tener empresas del sector o las de los propios médicos. Si un traumatólogo del HUCA, por ejemplo, tiene una idea o la voluntad de desarrollar una prótesis de un nuevo material, nuestra labor es apoyarle y poner de nuestra parte para sacar ese proyecto adelante. La idea última es colaborar para que la investigación pueda llegar a los pacientes.

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