La AMPA de La Luna, la asociación de madres y padres de alumnos del colegio público Dolores Medio, reclama una solución inmediata para un problema que el centro arrastra desde hace nueve años, pero que se ha visto agravado por la pandemia: la carencia del número suficiente de aseos para atender la demanda del conjunto del alumnado. El problema se remonta al verano de 2012, cuando el Ayuntamiento decidió derribar los vestuarios y los aseos localizados en el patio debido a un problema estructural. Aunque había un compromiso de hacer unos nuevos vestuarios, nunca se cumplió, y el centro tiene ahora tres aseos: uno para los alumnos de hasta tres años; otro con dos inodoros para el ciclo de infantil; y un tercero, también con dos inodoros, para el resto del alumnado.

“Creo que hemos demostrado quizás excesiva paciencia, pero el problema ha de estar resuelto”, afirma la presidenta del AMPA, María Jesús Álvarez, que insta a las concejalías de Educación y Patrimonio a intervenir: “Háganlo como les parezca, pero háganlo ya”. Mientras se da una solución definitiva, la AMPA pide que se instalen unos baños portátiles en el centro.

Comunicado del AMPA de La Luna, asociación de madres y padres del Colegio Público Dolores Medio

María Jesús Álvarez Gutiérrez (presidenta del AMPA)

En la entrevista con la Concejala delegada de Centros Sociales, Educación, Salud Pública y Consumo, Lourdes García, publicada en La Nueva España el día 12 de abril, se recoge una respuesta respecto a la situación que el Colegio Dolores Medio viene sufriendo desde hace unos años con la falta de aseos disponibles para los alumnos. A este respecto desde el AMPA de La Luna queremos manifestar lo siguiente:

En el verano de 2012 el Ayuntamiento de Oviedo decide, aduciendo problemas estructurales, el derribo de los vestuarios y aseos que se emplazaban en el patio que da a la calle Carlos Bousoño y que daban servicio a toda la comunidad educativa. Para solventar la situación generada, el ayuntamiento decidió la instalación de unos baños portátiles provisionales, tras lo cual hubo protestas, tanto de la dirección del colegio, como de la AMPA, así como de alguno de los grupos municipales de aquella legislatura, ya que se consideraba, con razón, que los baños portátiles eran insuficientes y a todas luces insalubres. Tras dichas protestas el ayuntamiento, a través de la entonces concejala de educación Inmaculada González, declara su compromiso para la construcción de los nuevos vestuarios y aseos, e incluso pone plazo para la ejecución de la obra, el verano de 2013, para no interferir con el curso escolar. Toda esta polémica fue profusamente seguida por la prensa local ( La Nueva España, enero de 2013). Pues bien, aunque parezca increíble, lo único que ha hecho el ayuntamiento desde entonces ha sido la retirada de los baños portátiles, es decir no solo no ha dado una respuesta sino que ha agravado el problema.

La situación en la actualidad es la siguiente: Para 168 alumnos solo existen: un aseo en la clase de 3 años, un aseo con dos inodoros para el ciclo de infantil (4 y 5 años), y otro aseo con solo dos inodoros para el resto del alumnado de primero a sexto de primaria. No sería necesario explicar que en un momento como el actual, esta situación representa un riesgo inasumible y se está jugando no solo con la higiene sino con algo más importante, la salud de nuestras hijas e hijos. Durante los peores momentos de la pandemia se vivieron situaciones absolutamente dantescas. El colegio fue duramente golpeado durante el mes de diciembre, con varias clases confinadas, lo que hacía que, por los protocolos sanitarios, se tenía que proceder a la desinfección de los baños de las aulas afectadas, agudizando el problema, pues el resto del alumnado debía utilizar un único baño. Por parte de la dirección del colegio y del AMPA nos hemos dirigido en numerosas ocasiones al ayuntamiento para que, por lo menos, instalara unos baños portátiles de manera provisional para minimizar el problema sanitario y siempre, o se dio la callada por respuesta, o unas concejalías y otras se derivaban la responsabilidad.

Creo que hemos demostrado quizás excesiva paciencia, pero el problema ha de estar resuelto y no nos vale que se deriven responsabilidades a la concejalía de Patrimonio, háganlo como les parezca, pero háganlo ya. Mientras tanto y esperando a ese verano en que, según la concejala de educación, todo se arreglará, instalen

unos baños portátiles que minimicen, aunque de manera precaria, el riesgo sanitario. En una cosa coincidimos con la concejalía de educación, las infraestructuras

educativas no eran las adecuadas para afrontar una pandemia, pero menos aún lo son los representantes que no saben reaccionar con prontitud ante una emergencia

de tal magnitud, esos si que están obsoletos.