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Nancy Fabiola Herrera: “Es importante que la cultura siga, para la vida y para el alma”

La mezzosoprano venezolana protagoniza la zarzuela “La revoltosa”, que se estrena el jueves junto a “Agua, azucarillos y aguardiente”

Nancy Fabiola Herrera, en el Campoamor. | Irma Collín

La mezzosoprano canaria Nancy Fabiola Herrera vuelve a sus comienzos en el mundo lírico al interpretar a la protagonista de “La revoltosa” en el teatro Campoamor de Oviedo los próximos días 22, jueves, y 24, sábado –ambas funciones a las 19.00 horas–, dentro del XVIII Festival de Teatro Lírico Español que se celebra en la capital asturiana. “Es una obra que hice al principio de mi carrera en el Teatro de la Zarzuela, pero han pasado muchos años hasta que he vuelto sobre ella”, indica Herrera. Será un programa doble en el que también se representará “Agua, azucarillos y aguardiente”.

Nancy Fabiola Herrera es una de las artistas más populares y más queridas por el público asturiano, que vuelve con asiduidad a Oviedo, ciudad que ya considera como su “casa”. Asegura que el montaje de la nueva producción es “todo un reto que nos hace estar a tope a todos”, debido a que toda la compañía trabaja contra reloj para poder poner en escena dos títulos que “en términos teatrales son complejos”. Asegura que el personaje de Mari Pepa que interpreta es “cómodo” de cantar. “También tenemos incorporados números con coreografía, tanto para el coro como para los solistas. Tenemos que dar nuestros pasitos”, añade entre risas. “Bailamos en la línea de los musicales, pero adaptado al mundo de la zarzuela”, precisa. La alternancia entre momentos cantados y números de música es para Herrera “una de las dificultades de un género que te exige ser muy buen actor, declamar muy bien y cumplir cantando también. Eso te saca de la zona de confort y es parte de lo maravilloso que tiene nuestro género”.

La historia de “La revoltosa” se ha actualizado para hacer “una producción muy fresca y colorida. Es una buena oportunidad para dar una nueva visión a estos títulos que son muy locales”, comenta.

Las dos piezas contienen muchas referencias a Madrid. “ Y eso me encanta porque las zarzuelas siempre nos muestran una parte de nuestra historia que se ha perdido en la sociedad actual, pero que sigue viva gracias a estas obras. En ellas se cuentan las costumbres, los modismos y lo que pasaba en la época”. Nancy Fabiola Herrera se opone a quienes tachan la zarzuela de ser un género rancio. “La zarzuela nos da siempre una gran lección de historia musicalizada”, subraya. Y al punto insiste en la necesidad de que el mensaje llegue a las generaciones más jóvenes. “Entiendo que se incorporen modificaciones, que se actualicen las obras para que sean más asequibles, siempre y cuando se respete la esencia de la zarzuela”, matiza esta mezzosoprano.

Que “La revoltosa” sea un título muy conocido no condiciona a Nancy Fabiola Herrera. “Me preocupa más la honestidad de contar una historia desde tu propia interpretación que el hecho de que me comparen. No hay dos artistas iguales ni tampoco dos funciones”. Para ella la autenticidad es lo que convence al público, “que va al teatro a sentir y a que le sorprendan”.

No se siente condicionada por las múltiples versiones que puedan existir cuando Herrera prepara un nuevo personaje: “Puedo recurrir a la grabación en un primer momento. Si es una rareza, para hacerme una idea sobre la tesitura o cómo es el personaje. Pero enseguida me centro en el texto. Antes de la música, para mí está el texto, porque necesito entender psicológicamente a mi personaje”.

En su caso es importante trabajar la dicción cuando se trata de una ópera en otro idioma y documentarse sobre el compositor, la obra, el contexto de la época y de qué tipo de historia se trata. Quiere desvincularse de las grabaciones porque “cuando aprendes algo que está mal de una grabación, creas una memoria muscular que es muy difícil de cambiar y tienes que trabajar el triple. Además, tu oído va a querer imitar siempre lo que estás oyendo en vez de explorar todo lo que podrías hacer vocalmente. Tengo que llevarlo a mi terreno personal”.

Sobre la pandemia y su impacto en la cultura, Nancy Fabiola Herrera lo tiene claro: “Somos unos afortunados, porque en otros países ni sueñan con abrir los teatros”. Alaba la actividad cultural que se está llevando en Oviedo, “sin parar desde septiembre; es un esfuerzo muy loable para mantener las condiciones, para que no pare la cultura y la vida”. Para ella, hay muchas contradicciones en la gestión de la crisis “en el teatro y en la vida misma, como los toques de queda, los cierres de los restaurantes que hasta una hora te permiten comer dentro y luego ya no”, apunta confusa. “Hay muchas cosas que no tienen sentido y con las que no estoy de acuerdo, pero todos en mi gremio estamos por la labor de ir hacia adelante y de que la actividad siga, y también la vida”, asegura, e insiste en la importancia del ocio para la salud mental de la población “y el alma” y en que “lo más importante es que la gente tenga capacidad de razonar y discernir, y de hacerlo con responsabilidad”.

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