Elevar a categoría definitiva la ampliación del espacio de las terrazas de los bares concedida hace un año para contrarrestar las restricciones sanitarias; y hacerlo atendiendo a las situaciones singulares de algunas zonas de la ciudad, como el caso antiguo. Bajo esas dos líneas de actuación, la concejalía de Urbanismo acaba de poner en marcha la redacción de la nueva ordenanza de terrazas. El texto sustituirá al elaborado durante el anterior mandato, cuando gobernaba la ciudad un tripartito de izquierda, con PSOE, Somos e IU.
Un despacho de abogados prepara minuciosamente desde hace algunas semanas el borrador del texto. “Redundará en beneficio de la ciudad y será consensuado”, con los sectores implicados, avanza Nacho Cuesta (Cs), teniente de Alcalde y también concejal al frente de Urbanismo, departamento del que dependen las terrazas hosteleras. Mientras dure la tramitación, continuarán vigentes las medidas excepcionales para favorecer la actividad hostelera.
El Ayuntamiento apostó fuerte por la hostelería hace un año cuando decidió duplicar la superficie de las terrazas para contrarrestar la reducción a la mitad del número de mesas permitidas. Doce meses después, la intención es hacer permanente esa ampliación, incluso más allá del final de la pandemia, favoreciendo que los negocios dispongan de más capacidad en el exterior cuando ya no haga falta mantener distancias ni limitar aforos. “La modificación que pusimos en marcha está funcionando y la ciudad lo agradece”, sostiene Cuesta, convencido de que la iniciativa “impulsará la actividad empresarial”.
Una de las claves para el futuro marco normativo será convencer al resto de implicados. El Consistorio buscará el visto bueno de comerciantes, vecinos y asociaciones locales mediante una ronda de negociaciones en la que defenderá la necesidad de utilizar “criterios expansivos” en las terrazas para apuntalar la recuperación económica.
La propuesta irá más allá y, entre sus prioridades, estará la de establecer criterios homogéneos en el mobiliario externo de los establecimientos de determinadas zonas para “hacer de Oviedo un lugar más atractivo para los visitantes”. Sillas y mesas del mismo tipo y colores harían más decorosa la carta de presentación de la hostelería y gastronomía local como producto de calidad.
Nacho Cuesta, el director general de Urbanismo, Jorge Fernández-Mier y los letrados Mónica Álvarez y Jorge Álvarez, plantearon en su primer encuentro la necesidad de algunas excepciones al contenido general de la ordenanza, en lugares de especial interés como puede ser el Antiguo. El hecho de que la zona cuente con la mayor superficie de calles peatonales de la ciudad, la existencia de varios elementos patrimoniales protegidos y la apuesta municipal de facilitar el emprendimiento en el Oviedo Redondo llevarán previsiblemente a establecer una normativa específica.
Prórroga
Ante la previsión de que la nueva ordenanza, que sustituirá a la aprobada por consenso en la recta final del mandato de Caunedo y que entró en vigor durante el gobierno del tripartito, todavía tardará varios meses en estar lista, el Ayuntamiento prorrogará este mismo mes hasta el 9 de mayo la autorización de ampliación de las terrazas, que caduca el día 31. “Si tras finalizar el estado de alarma sigue habiendo restricciones se volverá a prorrogar”, anticipan.
A juicio de Nacho Cuesta, los negocios del sector están cumpliendo por norma general y los contados incumplimientos están siendo castigados. “Hay excepciones que se están atajando de manera contundente con sanciones y los controles seguirán siendo implacables”, garantiza el concejal de Ciudadanos.
“La pandemia demostró que convivir es posible”, dice Otea
“Si algo demostró la pandemia es que la convivencia, la sostenibilidad y el respeto mutuo con los vecinos es posible”. El presidente de la patronal hostelera Otea, José Luis Álvarez Almeida, se mostró ayer partidario de aprovechar la redacción de una nueva ordenanza de terrazas hosteleras para consolidar “un modelo más aperturista” respecto a los criterios para colocar mobiliario en la vía pública. “Ahora hay una empatía mayor y la gente quiere estar en la calle”, apunta el empresario. Almeida admite que están “expectantes” sobre el contenido del nuevo texto tras mantener varias reuniones con el edil de Urbanismo, Nacho Cuesta. A su juicio, además de favorecer la ocupación de más superficie en la vía pública, el texto debería favorecer el acondicionamiento de las terrazas para hacerlas disfrutables los días de mal tiempo. “Si pudiéramos habilitar calefacciones e iluminación el servicio ganaría calidad”, apunta el presidente de Otea.
