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Expal reabrirá la fábrica de municiones de Trubia “de manera inmediata” tras un año cerrada

Media docena de administrativos empezarán a trabajar ya con la intención de recuperar a final de año 20 de los 52 puestos destruidos en 2020

Las instalaciones de Expal en Trubia, actualmente cerradas. | LNE Lucas BLANCO

Las instalaciones de la fábrica de municiones de Expal en Trubia, convertidas en barracones vacíos desde el 30 de marzo de 2020 tras un traumático ERE que acabó con 52 trabajadores en la calle, volverá a llenarse de vida progresivamente. Y será, “de forma inmediata”. El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, anunció ayer la reapertura de las instalaciones por la misma compañía misma que la cerró, Expal, con vistas a incorporar a una veintena de trabajadores de aquí a finales de año. La noticia cogió por sorpresa a los 52 afectados por el cierre por extinción, que temen no poder beneficiarse de la vuelta de la actividad, pues la empresa solo se comprometió a nutrirse de la bolsa de empleo generada tras el cierre si la fábrica retomaba su actividad antes de cumplirse un año de su clausura.

El ejecutivo autonómico supo de las intenciones de Expal hace escasos días y Barbón aprovechó su comparecencia en la Junta para desvelar la noticia como un síntoma de recuperación económica tras un largo año de caída. “El objetivo es estar trabajando a pleno rendimiento en otoño”, desveló el presidente autonómico sin dar más detalles sobre un proceso acerca del que la compañía habría pedido discreción al Principado.

Según ha podido saber este periódico, los planes de Expal pasan por incorporar entre seis y ocho administrativos encargados de engrasar la maquinaria de las instalaciones alquiladas al Ministerio de Defensa para recuperar la fabricación de proyectiles en una de las naves del complejo a lo largo de los próximos meses. Las mismas fuentes señalan que no se trataría de una reapertura puntual, sino que Expal confía en acceder a nuevos contratos para aumentar su capacidad productiva en la planta trubieca a lo largo en los próximos años.

La noticia fue acogida ayer con los brazos abiertos en Trubia, si bien genera muchas dudas entre los 52 despedidos hace poco más de un año. “No teníamos constancia de nada y tememos que no nos tengan en cuenta porque la bolsa constituida caducó el pasado 30 de marzo”, indicó ayer Javier Rodríguez, quien fuera presidente del comité de empresa de la planta trubieca hasta su cese de actividad.

Sensibilidad

A pesar de las dudas de los exempleados, fuentes regionales y sindicales confían en la sensibilidad de la compañía para tener en cuenta a la gran mayoría de despedidos que actualmente siguen en el paro. “Lo lógico es que recurran a gente con preparación para desempeñar los trabajos de la fábrica y para ello los mejores son quienes ya trabajaron en la misma”, explican sobre el optimismo regional acerca del impacto positivo que tendrá la vuelta de esta actividad industrial situada a escasa distancia de la fábrica de armas de la misma localidad ovetense.

Sobre los motivos para reabrir las instalaciones poco se sabe, si bien todo apunta a que los recientes contratos firmados entre Defensa y Expal para suministrarle municiones podrían haber sido determinantes para retomar la producción en Asturias. La empresa tiene una planta similar a la del Principado en la localidad extremeña de Navalmoral de la Mata, así como otra fábrica en Burgos, donde se llegó a ofrecer la recolocación de 20 de los afectados por los despidos de Trubia.

El ministerio adjudicó el pasado agosto un contrato de tres millones de euros a la compañía para el suministro de munición de 155 milímetros de alcance extendido. Queda por ver si algunos de esos encargos se despacharán con la actividad de la fábrica, cuya rentabilidad siempre fue defendida por la plantilla, la cual fue enviada al paro en su totalidad tras rechazar las condiciones de recolocación.

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