La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Coto, considera un “escándalo” y “una discriminación hacia Oviedo” la intención del Ministerio de Transportes de promover una encuesta ciudadana sobre el impacto visual de la Ronda Norte. “Sánchez e Iglesias, tras consignar 100.000 miserables euros para la Ronda Norte de Oviedo, pretenden ahora otorgarle el certificado de defunción definitivo con una ‘encuesta tezaniana’ sobre su impacto visual”, dice Coto. “En agosto de 2020, Fomento nos anunció que estaba ultimando el estudio de impacto ambiental previo a la redacción del proyecto, pero es evidente que las presiones de las izquierdas y de Ciudadanos de Oviedo, que ya suprimieron la infraestructura de la revisión del PGOU en el mandato anterior, han llegado a Madrid”, añade.

Cristina Coto asegura que el alcalde de Oviedo tiene que tomar cartas en el asunto y por eso le pide a Alfredo Canteli “que pregunte en el Ministerio de Transportes si las rondas de circunvalación del País Vasco o Cataluña –Barcelona tiene dos– fueron sometidas a algún tipo de encuesta como la que se propone para Oviedo”. Para la edil de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, “un túnel bajo el Naranco es la mejor opción de todas, ya que una vez que pase el estudio de impacto ambiental no debería generar más preocupación a los ecologistas subvencionados. Estamos ante un invento que carece de precedentes”. Según sostiene Cristina Coto, “con este varapalo”, barrios como La Corredoria, Teatinos, Pumarín, La Monxina, Prados de la Fuente, Ciudad Naranco, la Argañosa, Vallobín, La Florida, Las Campas y San Claudio, así como los pueblos de la falda del Naranco y los barrios del centro norte de la ciudad, “quedan condenados a vivir un caos permanente con mucho tráfico y puntos negros”.

La intención que busca el Ministerio de Transportes con la encuesta es conocer la opinión que tienen los ciudadanos de Oviedo sobre las distintas alternativas que se barajan para el trazado de la carretera y sobre el impacto que estas tendrán en el monte Naranco, lo que más preocupa a la mayoría de los ovetenses reticentes a la obra.