“La campaña llega en un buen momento, ya que la gente necesita incentivos para comprar después de tanto cierre perimetral”. Cristina Muñiz es un ejemplo de los casi 500 pequeños comerciantes que desde ayer animan a sus clientes a participar en un sorteo de cheques regalo promovidos por la concejalía de Economía y Empleo de Oviedo para incentivar las compras en los negocios de proximidad mientras se tramitan las ayudas directas por importe de 2,5 millones de euros. Las tiendas participantes aplauden la efectividad de medidas como esta para atraer un mayor número de compradores y confían en que sirva de efecto llamada para impulsar las ventas antes de un verano cuyo resultado supeditan a la buena marcha del plan de vacunación.

Los participantes recuerdan que el año pasado ya se puso en marcha un plan municipal similar, pero prevén en esta ocasión una mayor participación. “Entonces la compra mínima para participar era de 25 euros y eso dejaba fuera a muchos negocios, como las tiendas de chucherías”, coinciden tanto Muñiz como Soledad Monta, responsable de una tienda de ropa de la calle Fontán, donde ambas regentan sendos negocios.

En esta ocasión serán 15.000 euros los repartidos a través de 300 cheques regalo de 50 euros para gastar a su vez en los negocios participantes en la campaña. Para entrar en el sorteo, los clientes deberán enviar una foto del tique y sus datos personales a través de una aplicación móvil a la que tendrán acceso escaneando un código QR facilitado por los propios comerciantes.

Los interesados tienen desde ayer y hasta el 22 de mayo para hacer llegar su inscripción para un sorteo que se realizará de manera pública días más tarde. “La gente ya está participando bien por sus propios medios o con ayuda de los dependientes”, explica Cristina Muñiz sobre el posible rechazo que pueda tener la utilización de las nuevas tecnologías entre los clientes más mayores.

La propuesta, impulsada por el concejal Javier Cuesta, es acogida con especial interés en el Antiguo, donde muchísimas tiendas reparten desde ayer los folletos con las instrucciones para participar en el sorteo. “Es hora de que se mire para el Antiguo, que a veces nos notamos un poco abandonados”, explica Soledad Monta, convencida de la necesidad de otras campañas similares para empujar a los ovetenses a salir a la calle y consumir sin perder el respeto al virus.

La campaña, incluida dentro del programa “Yo compro en Oviedo”, es especialmente celebrada por los titulares de las tiendas de un casco histórico especialmente golpeado por la ausencia de turistas desde el inicio de la pandemia, allá por marzo del año pasado. “Ha venido a despertar ese sentimiento de creer en lo nuestro, en nuestro comercio local, y lo ha conseguido”, defiende la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Oviedo Antiguo (ACOA), Sandra Sutil.

El colectivo de titulares de negocios de proximidad del corazón de la ciudad reconoce un importante impacto de las iniciativas municipales a la hora de reactivar un sector duramente golpeado al inicio de las crisis sanitarias, debido a la imposibilidad de los vecinos de otras partes de la ciudad de desplazarse a la zona. Después, muchos de ellos se vieron afectados por los cierres generalizados y perimetrales, pero cada vez que levantaban la persiana acogieron una gran respuesta por parte de los vecinos. “La gente reconoce nuestra importancia en la sociedad”, coinciden varios vendedores del Antiguo a pesar de las dificultades por las que atraviesan los pequeños establecimientos.

El objetivo ahora es prepararse para una campaña estival marcada por la incertidumbre y la esperanza de que las vacunas aceleren la llegada de la ansiada normalidad. “Esperamos a los turistas como agua de mayo”, confiesan desde sus mostradores los comerciantes del Antiguo.