La danza se convirtió ayer en la mayor atracción de la tarde frente al Campoamor. Cinco escuelas de baile actuaron al ritmo del Bolero de Ravel a las seis en punto para celebrar el Día Internacional de la Danza. Esta vez, con tintes reivindicativos: La Asociación de Profesionales de la Danza de Asturias (Apda) reclama una mayor presencia de las compañías de baile de la región en el circuito de Artes Escénicas del Principado. Es decir, que puedan actuar en los teatros de Asturias con más frecuencia. Según Elisa Novo, la presidenta de la Apda, las compañías profesionales asturianas de danza necesitan que se abran los teatros de la región para trabajar. “No puede ser que tengan que trabajar fuera de Asturias. Necesitamos tener espacios para trabajar porque tenemos público, que es algo que no se visibiliza. Nos pasa igual que a las compañías asturianas profesionales de teatro”. Novo también reivindicó mayor presencia en los teatros de la danza española y el flamenco; “los grandes olvidados de todo escenario que no sea un tablao o una feria”.

Un grupo de ballet durante su actuación ante el Campoamor. Irma Collín

La amenaza de lluvia estuvo presente en el “flashmob” frente al Campoamor, pero no amilanó ni a los bailarines ni al público que se congregó allí con la mascarilla puesta. Un versionado Bolero de Ravel fue el nexo de unión de los cinco grupos, que actuaron de manera concatenada adaptando sus estilos y pasos a la música; hubo ballet clásico, flamenco, danza contemporánea y danza urbana. La calle pura y dura sirvió de suelo y la fachada del teatro de decorado. Las bailarinas (todas eran mujeres salvo el bailaor flamenco que cerró el “flashmob”) llegaron a la calle Pelayo con mucha antelación para ensayar y calentar. Un fallo de sonido obligó a repetir el primer número de ballet, pero el público aplaudió cariñosamente.

Tres bailaoras flamencas ante el Campoamor. Irma Collín

Superado el fallo de sonido, la coreografía salió a la perfección y cautivó a los espectadores durante casi un cuarto de hora. Eso sí, antes de sonar las primeras notas de Ravel, Elisa Novo leyó el comunicado oficial del Día Internacional de la Danza, un texto que se ha leído en todo el mundo y que este año ha elaborado Friedemann Vogel, el bailarín principal del Ballet de Stuttgart: “… cuando de repente, ya no se nos permite actuar, con los teatros cerrados y los festivales cancelados, nuestros mundos se paralizan. No hay contacto físico. No hay espectáculos. Sin público. Nunca en la historia reciente la comunidad de la danza ha sido desafiada colectivamente para mantenerse motivada, para hallar su razón de ser”.

Dos bailarinas, durante su actuación de danza contemporánea. Irma Collín

Para Apda, la escena asturiana vive desde hace más de una década “un revolcón” en lo que a danza se refiere y tiene catálogo suficiente de agrupaciones dancísticas como para incluir de manera más monográfica y no tan dispersa la creación propia. Por eso, el colectivo ha comunicado a Cultura la idoneidad de crear “un espacio propio de diálogo e intercambio a través de la realización de unas jornadas específicas de danza”. Actualmente operan como compañías profesionales en Asturias: Dana Raz Dance Company (contemporáneo), Konraza (danza española), Zigzag Danza (contemporáneo), Proyecto Piloto (danza-teatro) y Meraki (contemporáneo y fusión). Además, destaca la actividad entre Madrid, Valencia y Asturias de Cienfuegos Danza (del asturiano Yoshua Cienfuegos), y de Manu Badás, que pivota entre Asturias y Barcelona. La coordinación del “flashmob” corrió a cargo de Elisa Novo y Tineke Corrales.