Oviedo también se sumó ayer a las programaciones que por todo el planeta celebraron el Día Mundial del Jazz, 30 de abril. Fue en el teatro Campoamor en la segunda jornada del nuevo ciclo “Vetusta & Jazz”, con el pianista Marco Mezquida y el guitarrista Juan Gómez “Chicuelo”, convertidos en trío con las percusiones de Paco de Mode. El dúo convertido en trío (“No hay dos sin tres”, como reza uno de sus trabajos) celebró la oportunidad de estar en Asturias en una fecha tan señalada, en Oviedo y en su gran teatro. “Si de pequeño me hubieran dicho que algún día iba a tocar en el Campoamor, me hubiera esforzado más”, bromeó el pianista.

Abrumados por la gastronomía regional (“hemos desayunado fabada”), el trío mostró como peculiaridad un trabajo de dúo clásico piano/guitarra, como el que puede ofrecer Michel Camilo con Tomatito, pero con un color muy distinto al introducir la percusión.

Con este elemento, que en el concierto de ayer llevó a Paco de Mode al cajón, los platos y yembé, la dinámica cambió sustancialmente, amplificando el diálogo entre los dos instrumentos, dando mucho más empaque a la música y resultando más atractivo el conjunto.

Además, en este caso, el piano no sobrepasó a la guitarra, y Mezquida planteó un diálogo muy respetuoso y en un plano muy parecido con Chicuelo.

Sin citar ni referirse a conceptos como jazz, flamenco o fusión, tratando de ir un poco más allá y expresarse como músicos libres, el grupo desarrolló un repertorio basado en el material propio, incluido en sus últimos trabajos, como “No hay dos sin tres” o “Conexión”. De este último disco explicaron que el título inicial era “Gloria bendita”, que se quedó para una canción, modificado por consejo de su mánager por culpa de no encontrar traducción para el mercado anglosajón.

Esta composición, “Gloria bendita”, fue una de las pocas que dejó un rato a Mezquida solo en el escenario. También sonaron ‘No te puedo encontrar’, canción de “Blancanieves” (Beger) con la que Chicuelo y el director ganaron el Goya a la mejor canción en 2013.

Rumbas y seguidillas completaron los bises antes de una composición más canónica dentro del estilo del jazz-flamenco, “Canción al sol”, que dedicaron a Oviedo, Asturias, y todos los espectadores. “Qué mejor sitio que el Campoamor”, celebró el trío, para festejar el Día Mundial del Jazz.

El ciclo de conciertos prosigue dentro de un mes, el día 27 de mayo, con la actuación del gran pianista Michel Camilo en formato trío pero asociado en el protagonismo del recital con el bandolinista Hamilton de Holanda. Será, de nuevo, en el teatro Campoamor y las entradas ya están a la venta.