“Al estudiar el Monsacro comprobamos que ya hubo ocupación desde el Paleolítico, de cazadores de los que se halló instrumental lítico”. En ese momento de la historia de la Humanidad comenzó ayer José Avelino Gutiérrez, catedrático de Arqueología de la Universidad de Oviedo y miembro del grupo Arqueos, la ponencia en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) con la que presentó el “Proyecto Monsacro. Historia y Arqueología”, un estudio pormenorizado y multidisciplinar de la montaña sagrada.

La conferencia del arqueólogo inauguró un ciclo que incluye otras dos conferencias, a cargo de Alejandro García Álvarez-Busto (que hablará de la arquitectura y la arqueología de las capillas del Monsacro el próximo día 13) y Patricia Suárez Manjón (que analizará la huella de las capillas en la tradición y los documentos, el 20 de este mes), y que se cerrará con una mesa redonda en torno al patrimonio natural, geológico y arqueológico (el día 22). Gutiérrez explicó al inicio de la ponencia que el ciclo busca presentar los resultados del proyecto, iniciado en 2018 y que “en cierta medida continuamos, a pesar de las dificultades”.

El “Proyecto Monsacro” es una iniciativa conjunta del Ayuntamiento de Morcín y la Consejería de Cultura desarrollada por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Oviedo. El planteamiento, explicó Gutiérrez, pasa por completar un estudio global del Monsacro desde los tiempos prehistóricos. Para ello se han realizado estudios de análisis territorial, prospecciones arqueológicas y geofísicas, estudios geomorfológicos y litológicos, y hasta fotogrametría digital.

En su ámbito de estudio, y a partir de esos análisis, Gutiérrez pudo analizar la evolución de la ocupación humana ya desde el Paleolítico y constatarla también en el Neolítico, cuando se construyeron los túmulos. “La creación, en ese momento, de ese espacio seguramente fuese aparejada a un ritual funerario que dio lugar al carácter sagrado del monte, seguramente empezó en esa época”, explicó Gutiérrez.

Ya en época castreña y romana no hay evidencias de ocupación en el monte, “aunque sí en su entorno”. Posteriormente, en época altomedieval, se produjo la creación de un primer monasterio, en Santa Eulalia, y se edificaron las capillas, aunque Gutiérrez no se detuvo mucho en ellas toda vez que serán objeto de análisis en las dos próximas conferencias. Más allá de ese momento de esplendor, Gutiérrez continuó su recorrido analizando los vestigios que se conservan del pastoreo y el uso del suelo en la zona hasta la actualidad.