Un hombre ha sido detenido en Oviedo por abusar de sus cuatro sobrinas, todas ellas menores de 16 años cuando se produjeron los hechos, que habrían tenido lugar en el curso de los últimos años. El último episodio denunciado por las menores se habría registrado el pasado verano. El hombre compareció ante el Juzgado número 3 de Oviedo, en funciones de guardia, que instruye las diligencias por estos hechos. La jueza, María Begoña Fernández, decidió dejar en libertad al investigado, al considerar que no hay riesgo de fuga ni de reiteración delictiva, y ello a pesar de la petición de prisión presentada por la Fiscalía. Eso sí, el hombre deberá presentarse en el Juzgado los días 1 y 15 de cada mes, para garantizar que no se sustraerá a la acción de la Justicia. Y también se ha dictado una orden por la que el hombre no podrá acercarse a las menores, ni comunicarse con ellas por ningún medio en tanto se desarrolla el proceso.

El hombre fue arrestado anteayer jueves por agentes de la Policía Nacional de Oviedo, después de que se presentase una denuncia contra él por los hechos, al haber comunicado las menores las sevicias a las que les había estado sometiendo su tío. Tras ser conducido a Comisaría, el hombre pasó a disposición judicial en la mañana de ayer. Ante la jueza, el hombre habría rechazado haber cometido los hechos que se le imputan.

La Fiscalía del Principado de Asturias solicitó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del detenido. La Fiscalía realizó esta solicitud en atención a la gravedad de los hechos que se imputan al investigado, al tratarse de cuatro delitos de abuso sexual a niñas menores de 16 años, uno de ellos con penetración, y la existencia de indicios de criminalidad suficientes contra el detenido.

Además, el fiscal considera que existe un claro riesgo de reiteración delictiva y que, en el caso de quedar en libertad, el detenido podría atentar contra bienes jurídicos de las víctimas. No han trascendido más datos sobre este inaudito caso.

Ahora se inicia un proceso en el que se analizará la versión de las menores y se recabarán nuevas pruebas para determinar el alcance de lo ocurrido, y de cuántos delitos podría ser acusado. El investigado podría enfrentarse a duras penas: de uno a tres años por los delitos de abusos sexuales simples, y de cuatro a diez años de prisión por los delitos de abusos sexuales con penetración. Además, el Código Penal indica que se aplicará la pena en su mitad superior cuando las víctimas sean especialmente vulnerables, por razón de su edad, o el responsable se haya prevalido de una relación de superioridad o parentesco.