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La expresiva canción de cuna del Nazaret

Los alumnos del colegio ovetense combinan plástica, música y poesía en asturiano en un proyecto en torno al poder evocador de los sueños

Alumnos del colegio Nazaret.

Desde el “Duérmete, niño” al “Arrorró”, las nanas han sido compañeros perennes de los infantes, y también de sus padres somnolientos, agarrados a esos versos como balsámico remedio ante el berrinche perpetuo y los ojos abiertos como platos de sus niños. Pero el potencial creativo de las nanas y la posibilidad de establecer a partir de estas cancioncillas unas experiencias multidisciplinares han servido al colegio Nazaret para desarrollar un singular proyecto que mezcla música, plástica y lengua asturiana.

Dos alumnas cuelgan sus textos en el “Rincón del sueño”. | C. N.

“Proyecto Añadas. Canciones para soñar despierto” es una iniciativa impulsada por los profesores del Nazaret para implicar a sus alumnos en una experiencia creativa y didáctica en torno a las nanas. El origen está en un espectáculo de Paula Lueje, soprano y profesora de Música en el Nazaret, que trabaja sobre nanas de nueva composición.

En la adaptación de este proyecto al entorno escolar, Lueje perseguía que los alumnos experimentasen una inmersión en el proceso de creación de un evento cultural multidisciplinar. Para lograrlo contó con la complicidad de la poeta Esther García López y de la compositora Ana Silva, que mostraron a los alumnos cómo trabajan en sus respectivos ámbitos, cómo componen, una con palabras y la otra con notas, sus propia creaciones. El proyecto aprovechó además la proximidad de la Selmana de les Lletres Asturianes, instando a los alumnos a trabajar en lengua asturiana.

Los alumnos, que trabajaron durante tres semanas en este proyecto, no se limitaron a los versos de Esther García, sino que también trabajaron con textos de Marta Mori de Arriba, Laura Marcos Domínguez, Marisa López Diz y Pilar Sánchez Vicente. A partir de los versos de estas creadoras y de las composiciones de Ana Silva, los alumnos realizaron sus propias nanas, que después trasladaron al ámbito de la plástica, realizando sobre ellas ilustraciones y composiciones en las que reflejaban sus propios sueños, sus anhelos de futuro, que después incorporaron a un “Rincón del sueño” dentro del colegio. “Allí han puesto con qué sueñan: ser mayores, que se vaya el coronavirus, quitarse las mascarillas, también viajar y ver cosas...”, explica Paula Lueje. Los sueños que, como las propias nanas, son comunes a todos los niños.

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