El violinista, pianista y compositor Gabriel Ordás trazó ayer un recorrido por su propia trayectoria profesional en la conferencia que impartió en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y que cerró el ciclo “Patrimonio lírico hispano, ayer y hoy”, coorganizada por el RIDEA y por la asociación cultural La Castalia, y coordinado por María Sanhuesa y Begoña García-Tamargo.

“Escribir para voz tiene que ser diferente a hacerlo para cualquier otro instrumento, porque el punto de vista desde el que se enfoca es completamente distinto”, explicó el compositor, que se centró en las composiciones que ha realizado en los últimos años por encargo de La Castalia, y en su trabajo con los alumnos del Curso Internacional de Canto y Repertorio Vocal, desgranando las armas de los cantantes y cómo eso influye a la hora de construir una partitura. “Ellos se vuelcan en el drama, en las emociones”, señaló Ordás, que explicó cómo el trabajar día a día con los cantantes, él al piano y ellos con su voz, le permitió también crecer como compositor y evolucionar su estilo.