“España nunca fue tan europea como en los inicios del siglo XX, una tendencia que fue cambiando a partir de 1923”. Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en formato digital, Roberto Villa, profesor del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad Rey Juan Carlos e historiador, en la presentación de su libro “El Estado catalán y el soviet español” (Espasa).

“La monarquía liberal de Alfonso XIII tenía rasgos más avanzados que los de países del entorno”, indicó Villa. “La revolución española de 1917 fue una de las rupturas políticas más impactantes del occidente europeo. Inspirada en la Revolución rusa de ese año y en medio de la Primera Guerra Mundial”, añadió el autor, que fue presentado por el profesor y escritor José María Marco, quien puso de relieve los paralelismos entre algunos de los acontecimientos de aquella época y la actualidad.

“La revuelta conjunta de republicanos, sindicalistas, nacionalistas catalanes y militares junteros se convirtió en el suceso más trascendental de la historia de España del siglo XX, porque destruyó el funcionamiento normalizado de la Monarquía constitucional, cortó en seco el nacimiento de la democracia española y abrió las compuertas al largo ciclo autoritario del siguiente medio siglo”, explicó Villa. Aquella revolución fue el germen de las fuerzas que estuvieron tras las dictaduras de Primo de Rivera y Franco. Villa García habló de figuras políticas como el gijonés Melquiades Álvarez, fundador del Partido Reformista, de inspiración republicana pero dispuesto a gobernar en una monarquía democrática, pues consideraba que, en democracia, la cuestión de la forma de gobierno era accidental. En 1917 participó en el movimiento de republicanos y socialistas para convocar Cortes Constituyentes.