El equipo de gobierno es consciente de que el vaivén del callejero ovetense es, independientemente de la ideología, molesto para los vecinos y, sobre todo, para los negocios locales. Por ello, ante el nuevo cambio de nombre de las calles franquistas, en el Ayuntamiento quieren abrir una línea de ayudas para compensarle las molestias a quienes justifiquen gastos derivados de lo que Mario Arias no duda en calificar como una “mala gestión del tripartito”. El teniente de Alcalde desveló ayer que el gobierno quiere abrir una línea de ayudas de unos 50.000 euros para ello. Algo que todavía tienen que articular jurídicamente antes de hacerlo realidad. El Ayuntamiento remitió el miércoles a la Consejería de Presidencia las alegaciones a una resolución por la cual el Gobierno regional exigía la retirada en aplicación de la ley de Memoria Democrática de las 17 calles repuestas tras tumbar los tribunales los cambios de denominación apoyados en la ley de Memoria Histórica aprobados en 2016 por el tripartito. El documento, firmado por Arias, responsable de Interior, se pide, entre otras cuestiones, mantener los nombres de Calvo Sotelo y la Gesta en el callejero, al considerar que “podría haber dudas” sobre su legalidad. Otras calles podrían volver a la denominación elegida por el tripartido aunque se abre la puerta a que otro grupo pueda contar con nuevos nombres, “vamos a tener en cuenta las peticiones de los vecinos”, adelanta el concejal.
Desde el grupo municipal de Somos manifestaron ayer su incredulidad ante la voluntad del gobierno de mantener dos nombres que consideran claramente franquistas. “¿Cómo puede ser que prefieran a Calvo Sotelo frente a Federico García Lorca? ¿Cómo puede ser que prefieran a una persona con el historial de Calvo Sotelo frente a un poeta de reconocida fama universal?” se preguntaba ayer Ana Taboada. Desde su partido reclaman que PP y Ciudadanos “se dejen de negacionismos históricos y que devuelvan a Federico García Lorca, el poeta del pueblo, el poeta universal, a Oviedo, ya que seguimos siendo el ridículo y la vergüenza nacional”. Por su parte, Cristina Coto, de Vox, celebró que el gobierno quisiese mantener la calle a Calvo Sotelo, pero exigió que se retirase, entonces, la calle a Indalecio Prieto. Cuyo guardaespaldas, argumentó Coto, fue quien asesinó al propio Calvo Sotelo “antes del golpe militar del 36 y, por tanto, del franquismo”. La edil, basándose en los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento ante el Principado, considera que “el bipartito rectifica tras afirmar que ‘estos asuntos no importan a la gente’ como nos dijo en la Comisión de Economía cuando debatimos la retirada del callejero de Indalecio Prieto”. Desde Vox piden que Oviedo lidere el cuestionamiento de las leyes de Memoria Manipulada de la izquierda”.
“Solo quieren burlar la ley”, denuncia el PSOE
“El gobierno no deja de marear la perdiz con el único objetivo de burlar la ley”, denuncia el concejal socialista Ricardo Fernández. El edil reconoce que el continuo cambio de calles supone una molestia importante para los ciudadanos, pero argumenta que la culpa la tiene la tardanza de Oviedo en ponerse al día en este tema. “Se deberían haber retirado los nombres de estas calles hace ya muchos años”, explica. Fernández cree que el argumentario del gobierno sobre la calle Calvo Sotelo, la que está despertando más polémica por haber sido asesinado antes del levantamiento, “es de tahúr”. “A Calvo Sotelo no se le da una calle por ser un importante hacendista, sino por ser el protomartir de la revolución”, explica. Así, el concejal socialista recuerda que el gobierno dijo hasta la saciedad que iba a cumplir la ley, y “no han hecho otra cosa que intentar esquivarla”, concluyó.
