Las fábricas de armas de Santa Bárbara en Trubia y Madrid se encuentran a un paso de poder acceder a un contrato de 210 vehículos blindados Ascod –la versión internacional del Pizarro español– al ser junto a otra empresa sueca y otra alemana una de las últimas tres seleccionadas para una licitación cuyas pruebas culminarán en los próximos días tras seis semanas de intenso trabajo en el campo de entrenamiento militar de Libavá, en la región de Olomuc.

El ejército del país centroeuropeo se encuentra inmerso actualmente en un ambicioso plan a largo plazo para modernizar sus vehículos mediante la sustitución de los obsoletos BVP-1 y BVP-2. El gobierno checo se debate entre los Ascod fabricados en parte por Santa Bárbara en Trubia, los CV90 de la compañía escandinava BAE Systems o los Lynx de la compañía germana Rheinmetall Landsysteme.

Juan Escriña, vicepresidente de Cadenas de General Dynamics European Land Systems y director general ejecutivo de GDELS-Santa Bárbara Sistemas, y Thomas Kauffmann, vicepresidente de Desarrollo de Negocio Internacional de General Dynamics European Land Systems participaron esta misma semana en una jornada organizada por el ejército checo para conocer las prestaciones de los vehículos de los tres aspirantes al contrato.

Durante esta demostración, el vehículo de fabricación española dejó constancia de sus altas prestaciones en términos de movilidad, protección y capacidades, y demostró estar preparado para adaptarse a diferentes escenarios y teatros de operaciones. La exhibición contó con la presencia del viceministro para Armamento y Adquisiciones del ministerio de Defensa checo, Lubor Koudelka.

De confirmarse finalmente la consecución de este contrato, la fábrica de Trubia ganaría más carga de trabajo que sumar al macrocontrato del ministerio de Defensa español por valor de 2.000 millones de euros para fabricar 348 vehículos 8x8 que arrancará próximamente y gracias al cual la planta trubieca ya está siendo objeto de varias inversiones para su modernización.