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El Arzobispo aclara al PSOE ovetense que sus críticas del Corpus no iban dirigidas al tripartito

Jesús Sanz Montes echa en cara a Wenceslao López que no fuera a misa el domingo y que diera por buena una "exégisis infundada" y un "runrún" sobre sus palabras

Wenceslao López y Sanz Montes en una fotografía de 2018.

El Arzobispo de Oviedo salió hoy al paso de las críticas lanzadas por el exalcalde socialista, Wenceslao López, por las palabras que Sanz Montes habría dirigido en la homilía del domingo de Corpus contra el anterior equipo de gobierno. No fue tal. O no, al menos, según la carta de respuesta que el Arzobispo ha mandado al líder del PSOE en el Ayuntamiento en respuesta a la misiva que este le mandó el lunes e hizo pública. Las veladas alusiones del domingo, explica ahora Sanz Montes "no tienen ninguna alusión a Vd. ni a su grupo político en el Consistorio de Oviedo, ni en el presente ni en el pasado". Sanz Montes tampoco lo explica en esta nueva carta, pero hay que deducir que la crítica iba dirigida, en ese caso, al gobierno central de PSOE y Unidas Podemos.

La frase original fue: "Bueno es que tengamos y mantengamos la relación complementaria que la Diócesis y el Ayuntamiento gozan en este momento, para que redunde en el beneficio de nuestra ciudadanía en el terreno de lo social, de lo cultural y de las colaboraciones varias. Imponer cordones enfermizos que nos separan y excluyen, sólo responde a una decisión ideológica que confunde las cosas y alimenta las incomprensiones y las insidias". Que el Arzobispo hablara de las buenas relaciones antes de hablar de cordones enfermizos daba lugar a entender que estaba realizando una contraposición de conceptos entre presente y pasado, aunque Sanz Montes asegura ahora que no era así.

Puede leer aquí el contenido completo de la carta

Aprovecha también el Arzobispo para deslizar un asomo de reproche contra los socialistas por no haber ido a misa, de forma un tanto irónica, dejando caer que si hubiera asistido al Corpus sí hubiera entendido el sentido de sus palabras. "Es una alusión que yo no realicé", escribe. "Si Vd. se la aplica por intermediario mensajero, sabrá por qué le duele una dedicatoria que yo no le he dedicado. Saludé a los presentes, y no ofendí a los ausentes. Que del PSOE que Vd. preside no hubiera nadie (en otros periodos sí que participaban y participan aún hoy en diversas comparecencias cristianas) es una decisión tanto personal como corporativa que siempre he respetado y respetaré, aunque no la comparta. Como Vd. mismo señala, ha “leído” mis palabras por los comentarios de la prensa. Ahí yo no puedo decir nada, pero no parece serio que Vd. deslice la sospecha de un agravio que yo no he pronunciado, y que no se deriva de lo que dije en la Catedral, desde el runrún sin contrastar que Vd. da por bueno".

En todo caso, y quizá con el ánimo cristiano de instar a la pacífica convivencia, Sanz Montes admite, como argumentaba Wenceslao López en su carta, que el elogio de la "sana convivencia" y la "leal colaboración" se puede extender al PSOE que gobernó durante el tripartito. "En parte lo viví con Vd. durante su mandato", dice el Arzobispo. "Tal vez fue diferente con sus aliados de gobernanza, pero no con Vd. como Alcalde ni con su grupo municipal del PSOE". En parecidos términos, añade: "Guardo un grato recuerdo de su periodo de Alcalde, y hubo una buena relación personal e institucional entre Vd. y yo como Arzobispo. Por eso lamento que una mala lectura prestada desde una exégesis mediática infundada, le haya empujado a acercarme un lamento por una ofensa que yo no he proferido".

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