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Detenido en la Tenderina con un arsenal en casa: “A veces iba al bar con la escopeta”

El arrestado, que fue trabajador de la Fábrica de La Vega, guardaba en su domicilio una treintena de armas y abundante munición

El portal de la Tenderina en el que se produjo la detención. | F. V.

Era conocido en el barrio porque “a veces bajaba al bar con escopeta”. Lo que no sabían sus vecinos es que en su casa, en el número 29 de la avenida de Torrelavega, escondía un auténtico arsenal ilegal, como sí sospechaba la Guardia Civil. Un operativo arrollador cercó desde las nueve de la mañana de ayer el piso de un antiguo trabajador de la Fábrica de Armas de La Vega que ronda los 60 años. Perros y numerosos agentes armados irrumpieron en el portal y llegaron hasta la cuarta planta, donde comenzaron un minucioso registro que finalizó a mediodía con el ocupante de la vivienda detenido. El botín de la operación se saldó con una treintena de armas y una cantidad ingente de munición guardada en sus correspondientes cajas.

Algunos de los residentes de la zona, en el barrio ovetense de la Tenderina, pensaban que la Guardia Civil había localizado, como poco, “un piso lleno de terroristas”. El despliegue era espectacular, de los que no se ven a menudo, menos en una ciudad como Oviedo. Al menos veinte efectivos del cuerpo, fuertemente armados y muchos de ellos protegiendo su identidad con pasamontañas, entraron ayer en el número 29 de la citada calle para detener a uno de los vecinos del cuarto piso. Según explican fuentes oficiales, el arresto tiene que ver con la posesión ilegal de armas de fuego. “Al menos se llevaron dos fusiles y cajas con munición”, asegura una de las vecinas. En realidad, el arsenal era mucho mayor: una treintena de armas y una cantidad ingente de munición.

Según fuentes consultadas por este diario, el detenido es un exempleado de la Fábrica de Armas de La Vega, en Oviedo, que tiene alrededor de 60 años y que ya había sido arrestado hace unos años por unos hechos similares. Quienes lo conocen aseguran que no es la primera vez que el arrestado se mete en problemas. “A veces bajaba al bar con una escopeta”, asegura una de esas fuentes. Los agentes de la Guardia Civil se llevaron detenido al hombre alrededor de las doce y media del mediodía, después de llevar en el interior del piso desde las nueve de la mañana. “Entraron con los perros hasta arriba. Iban preparados con un ariete para echar la puerta abajo si hubiese sido necesario, pero no hizo falta porque el hombre les abrió la puerta y no ofreció ningún tipo de resistencia”, señala otro de los vecinos.

El suceso no pasó desapercibido para los trabajadores y los propietarios de los negocios que se ubican en la avenida de Torrelavega. “Llevan toda la mañana entrando y saliendo del portal. Además, según me han dicho, antes de llevarse al hombre detenido fueron con él a un garaje que hay aquí al lado (en la calle Comandante Janáriz) para comprobar si tenía allí más armas”, explica un testigo, que prefiere mantenerse en el anonimato. “No se cuántas armas tendría ese hombre en su casa ni lo que habrá hecho, pero lo que está claro es que hay algo importante, porque no es normal tanto despliegue”, añadía el hombre, aún sorprendido por la actuación del instituto armado.

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