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El alcalde de Oviedo advierte al Ministerio: “El puente de Nicolás Soria no puede quedar empantanado”

Canteli exige que se retomen “cuanto antes” los trabajos “de una obra que es fundamental para Oviedo” y a la que “no se puede renunciar”

El Alcalde de Oviedo asegura que se enteró ayer, al leer LA NUEVA ESPAÑA, de que las obras de ampliación del puente de Nicolás Soria, el proyecto llamado a terminar con los graves atascos de Ciudad Naranco, van a estar paradas al menos durante “dos o tres meses”. Alfredo Canteli no tardó en reaccionar y a media mañana ya había redactado una carta que pronto tendrán sobre la mesa de su despacho el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y el director general del ramo en el Principado, José Manuel Caldevilla. “El puente de Nicolás Soria es una obra a la que no se puede renunciar y no se puede quedar empantanado”, defiende el Alcalde.

Canteli considera que la mejora del paso que da acceso a Ciudad Naranco es una obra que Oviedo llevaba mucho tiempo esperando y que los trabajos deben retomarse cuanto antes. “Lo que pedimos es celeridad. Se trata de una obra fundamental para nosotros y a la que no se puede renunciar”, sostiene el Alcalde. En la carta, que envió por duplicado, Alfredo Canteli también exige a las administraciones que pongan en conocimiento del Consistorio los verdaderos motivos que han llevado a la paralización de los trabajos. “Por el momento nadie nos ha dicho nada de forma oficial, pero nosotros no podemos quedarnos parados. Es evidente que deberíamos de tener información directa sobre un proyecto que es vital para Oviedo”, afirma el regidor popular.

Tráfico en las inmediaciones de la obra de ampliación de Nicolás Soria. Irma Collín

Fuentes del organismo Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) consultadas por este diario aseguran que la empresa encargada de los trabajos, la constructora Copcisa, ha parado las máquinas al encontrarse con “problemas técnicos” sobre el terreno. “Se están llevando a cabo los trabajos de ejecución de las pantallas de pilotes y anclajes del recinto de empuje. En los últimos días, durante el proceso de comprobación del tensado de los anclajes, se han producido fallos en algunos de ellos, lo que ha motivado la paralización momentánea de los trabajos”, explican desde el Adif. Los trabajos se paran para tratar de buscar “soluciones técnicas” al problema de los anclajes, aunque también se aprovechará el verano para modificar del proyecto.

La parálisis de las obras también ha provocado otras reacciones políticas. El diputado de Foro Asturias Isidro Martínez Oblanca registró ayer una proposición no de ley en el Congreso a fin de ser debatida y votada en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Al explicar su iniciativa parlamentaria, Martínez Oblanca se refirió a la obra de Ciudad Naranco. “Los parches paralizados en la calle Nicolás Soria no deben continuar siendo el pretexto del Gobierno de Pedro Sánchez para no construir la Ronda Norte de Oviedo, la única capital española sin circunvalación”, dijo.

Tras conocer la mala noticia, los vecinos del barrio están que trinan. “Esto es una tomadura de pelo. Va a pasar igual que pasó con el fallido spa, al final nos vamos a quedar sin nada después de tantos años”, dice José Francisco González. “Aunque la obra depende de Madrid, el Ayuntamiento de Oviedo no puede quedarse de brazos cruzados. Tienen que presionar al Gobierno central y al Principado, que también es del mismo color y tiene mucho que decir en esto”, añade González antes de saber que Canteli estaba a punto de mover ficha. José María Palomino, es de la misma opinión. “Somos el patito feo, en Ciudad Naranco siempre nos pasan este tipo de cosas. Estamos en el centro de Oviedo, pero aún así parece que estamos aislados y que nadie mira para nosotros. Tienen el barrio tabicado desde hace años”, sostiene.

Fructuosa Martín, que lleva muchos años viviendo en Ciudad Naranco, también estaba ayer muy disgustada. “Estaba visto. Esto es peor que la obra del Escorial. Dicen que va a estar parada durante tres meses, pero estoy segura de que va a ser mucho más”, afirma la mujer. “Lo que no puede ser es que nadie pague por lo que está pasando. Al final, los únicos que lo sufrimos somos los vecinos”, subraya. María Esther López, que también vive en el barrio, piensa lo mismo. “No es normal que se dejen las cosas a la mitad, es una chapuza. Y menos ahora que llega el verano y es cuando más se puede avanzar porque no hay tantos coches. Los que pagamos el pato somos los vecinos, que vamos a seguir sufriendo los atascos mientras no se terminen las obras”.

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