Al tiempo que se construye el nuevo aguaducho en el taller, el Ayuntamiento ya ha sacado a concurso su gestión. La idea es que la construcción del pequeño bar del Campo San Francisco y los procedimientos administrativos para hacerse con su gestión transcurran en paralelo y que, en cuanto la empresa instale el nuevo equipamiento, un hostelero pueda empezar a servir bebidas desde su barra. La voluntad es que esto ocurra a finales del mes que viene.

El aguaducho tendrá hasta catorce mesas en la terraza, podrá abrir entre las nueve de la mañana y la medianoche y deberá funcionar, al menos, 200 días al año. Quien se haga con la gestión del bar del parque podrá llevarlo durante cuatro años, con una prórroga de uno más. El precio mínimo se fija en 5.300 euros anuales.

El renovado bar no es el único proyecto de hostelería que el Ayuntamiento quiere llevar al Campo. La idea es darle una segunda vida al edificio del Pavo Real en forma de restaurante.