La Sala Borrón y la Escuela de Arte de Oviedo inauguraron ayer la exposición “Proyectarte”. Se trata de una muestra que reúne los proyectos de fin de estudios de veintidós alumnos graduados en el centro, en los dos últimos cursos, en sus ocho ciclos superiores: Ilustración, Fotografía, Grabado, Edición de Arte, Amueblamiento, Escultura aplicada al Espectáculo, y Gráfica Impresa.

La reunión de las obras de dos cursos dentro de una misma muestra se debe, evidentemente, al impacto de la pandemia. “Estamos muy orgullosos de haber llegado hasta aquí. Hemos pasado una situación muy complicada, pero los alumnos han trabajado mucho y han completado unos proyectos magníficos pese a todas las dificultades”, señala la directora de la Escuela de Arte, Laura Gutiérrez. Por su parte, Clara Sierra Caballero, directora general del Instituto Asturiano de Juventud, Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, celebró la oportunidad de poder dar a los alumnos la posibilidad de exponer en la emblemática Sala Borrón, en un momento además muy significativo, ya que su responsable, María José Baragaño, deja temporalmente la nave.

Asistentes a la inauguración, ayer, en la Sala Borrón. | Bernabé Valle

De esas dificultades daban fe alumnos como el ovetense Rodrigo Montealegre, del grado superior de Gráfica Impresa, y que centró su trabajo en el diseño de imagen para un cámping. “Es una situación complicada y se hace raro ver unos trabajos que completamos hace ya cierto tiempo”, reflexionaba. En su diseño para el cámping, Montealegre ideó desde el logo hasta los pictogramas para la señalética, optando además por unas tipografías que remitían a la escritura a mano.

En otras disciplinas, el confinamiento pudo ser más dramático. “Libré por los pelos, pude terminarlo el día antes de que nos confinaran”, relata la gijonesa Claudia Riesgo, alumna de Grabado, que no podía acceder en otro lugar a las máquinas que precisaba para su trabajo, una serie de grabados. “Era importante para mí poder tener la posibilidad de tener a mi disposición toda la maquinaria de la Escuela, porque será difícil que tenga la posibilidad de trabajar en un centro tan bien dotado, y quería explorar distintas técnicas, haciendo imágenes que dialogan, se fusionan y chocan entre sí”, explica. Pese a todas las dificultades, estos jóvenes creadores lograron completar sus estudios y entregaron unos trabajos que, ahora, lucen en todo su esplendor en la Sala Borrón.