El cuerpo de la joven Diana Buffet aparece mutilado y con unas grandes alas cosidas a sus espaldas. Su caso es el punto de apoyo sobre el que la autora granadina Men Marías pivota la historia de su último libro, “La última paloma”, a través del cual trata de abordar con todo lujo de detalles la peculiar situación de la localidad gaditana de Rota y su transformación desde la llegada de miles de militares norteamericanos en los años 60 del siglo pasado, los cuales gozaban de todo tipo de privilegios en un país donde por aquel entonces la democracia todavía era una aspiración. “La base de Rota fue un punto ciego de la justicia en pleno franquismo”, indicó la autora durante la presentación de la obra en LibrOviedo.

Esta novela negra es una simple excusa de la escritora para tratar unos escabrosos y poco conocidos episodios sucedidos desde la llegada del ejército americano a tierras andaluzas. “Los pactos de Madrid abrieron la puerta a la llegada de muchos soldados que supusieron un gran impulso económico para muchos habitantes, pero también dejó en la ruina a muchos agricultores que vieron expropiados sus terrenos”, indicó Marías.

Sara Canteli posa con su libro y su cuadro, ayer, en Porlier. | Nazaret Quintas

Sin desvelar muchos detalles, deja entrever que la joven asesinada en relato situado en tiempos actuales fue víctima de las represalias por encontrarse investigando los abusos cometidos con total impunidad por muchos soldados americanos en la localidad andaluza. “En aquellos tiempos hubo muchos secuestros y delitos sin castigo porque en Rota regía la ley de una policía americana propia”, explicó la autora, que dijo haberse decantado por una historia en el sur de España para salirse de la tónica habitual. “La mayoría de novelas negras se sitúan en el norte de España, quizá por una cuestión meteorológica porque aquí llueve más”, indicó.

Su presentación fue uno de los platos fuertes de una jornada en la que también se erigió como protagonista la artista ovetense Sara Canteli, que presentó “Pie de obra”, una recopilación de sus trabajos artísticos, a través de un acto en el que compaginó la palabra con la creación. Canteli pintó un cuadro en apenas 25 minutos. “Nunca lo había hecho ante tanta gente”, confesó a una de las seguidoras que se acercaron para que le firmara un ejemplar de su publicación.

Inspiración marítima

El cuadro “exprés” será incluido en una colección titulada “Cantábrico” para la que la pintora se vale de sus visitas a la costa asturiana para inspirarse. “Estuve en Cudillero y Cadavedo y creo que eso me influyó para elegir estos colores”, explica mientras posa con su libro junto a la obra recién creada ante el público.