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La fórmula de Oviedo contra las peleas del Antiguo: cámaras antes de final de año y más presencia policial

“Los vecinos pueden estar tranquilos”, dice el concejal de Seguridad, que el jueves pedirá a la Policía Nacional mayor presencia nocturna

Una moto de la Policía Local patrullando ayer en la calle Cimadevilla. | M. L.

“Los vecinos pueden estar tranquilos porque estamos trabajando para erradicar estos incidentes”. Así de tajante se mostró ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, el popular José Ramón Prado, quien se puso como objetivos la colocación de un sistema de cámaras de seguridad en el Antiguo antes de finales del presente año, reforzar las patrullas cuando se incorporen como agentes de pleno derecho los efectivos de prácticas y conseguir una mayor presencia nocturna de la Policía Nacional. Todo esto, para evitar nuevos tumultos como el de la noche del sábado, saldado con dos detenidos y un agente municipal herido.

Prado elevará tanto a la Policía Nacional como a Delegación de Gobierno una propuesta para incrementar la dotación de patrullas del cuerpo en la ciudad. “Hay buena relación y sé que los responsables hacen todo lo que pueden, pero hacen falta más agentes de este cuerpo porque estamos asumiendo competencias que les corresponden”, indicó el concejal, rechazando entrar en polémica alguna entre administraciones. “Estamos en el mismo barco”, apuntó.

El miembro del gobierno local trasladará su demanda de más presencia policial durante la reunión semanal de seguimiento integrada por Policía Local, Nacional y Guardia Civil que tendrá lugar este jueves. “Confío en una buena respuesta pues Delegación de Gobierno ya se interesó el domingo por los hechos y por el estado del agente herido”, indica Prado.

El edil quiso salir al paso de las críticas de la portavoz municipal de Vox, Cristina Coto, quien tras condenar el acto de “violencia intolerable” producido en torno a la plaza del paraguas afeó al ejecutivo municipal la falta de soluciones y los continuos retrasos en medidas como la colocación de cámaras de seguridad. “Es un proyecto que está en contratación y como bien sabe Cristina Coto ahora estamos a expensas de la maquinaria municipal. Aun así, confiamos en tenerlas puestas antes de final de año”, anunció el concejal.

En relación a la creciente conflictividad denunciada por los hosteleros del Antiguo, Prado reivindicó la relación fluida existente con los pequeños empresarios y la puesta en marcha de medidas extraordinarias como los controles de tráfico de gas de la risa puesto en marcha hace un par de semanas. “Recogimos su petición y los operativos están dando resultados”, apuntó, destacando la gran implicación de los agentes para poner coto a este problema mediante unos controles aleatorios que en tan solo tres días permitieron incautar 100 cápsulas de óxido nitroso como las halladas en los anteriores fines de semana en el lugar donde se apostaban los jóvenes calificados como “conflictivos” por los pequeños empresarios.

La secuencia de la

batalla campal

1

El Paraguas, epicentro de una

noche movida

Una pelea entre varios jóvenes en la plaza del Paraguas encendió todas las alarmas en torno a las dos de la madrugada de una noche movida en Oviedo tras el final de los exámenes de la EBAU.

2

Despliegue policial para atajar el “desfase”

Un hostelero del Paraguas llamó a la Policía Local para tratar de frenar los destrozos provocados por el “desfase” derivado de una pelea que obligó a algunos locales a cerrar su puertas.

3

Un grafitero pillado “in fraganti”

De camino a la plaza, un policía se encuentra a un grafitero actuando en la Casa Sacerdotal. Este le da un puñetazo y huye, pero es reducido en la calle Ecce Homo.

4

Tormenta de botellas para frenar a los agentes

Los protagonistas de la pelea en el Paraguas ven a la Policía reduciendo al grafitero, así como a un amigo que sale en su defensa y comienzan a tirar botellas desde la plaza, hiriendo en la cabeza a un subinspector.

5

Tiros de fogueo para zanjar la revuelta

Ante el descontrol de los agresores, que llegaron a romper cristales de varios bares de la zona, un agente de la Policía Nacional (en la círculo) da un disparo al aire y consigue disolver el tumulto tras “momentos de mucha tensión”.

La secuencia de la batalla campal

El Paraguas, epicentro de una noche movida

1

Una pelea entre varios jóvenes en la plaza del Paraguas encendió todas las alarmas en torno a las dos de la madrugada de una noche movida en Oviedo tras el final de los exámenes de la EBAU.

Despliegue policial para atajar

el “desfase”

2

Un hostelero del Paraguas llamó a la Policía Local para tratar de frenar los destrozos provocados por el “desfase” derivado de una pelea que obligó a algunos locales a cerrar su puertas.

Un grafitero pillado “in fraganti”

3

De camino a la plaza, un policía se encuentra a un grafitero actuando en la Casa Sacerdotal. Este le da un puñetazo y huye, pero es reducido en la calle Ecce Homo.

Tormenta de botellas para frenar

a los agentes

4

Los protagonistas de la pelea en el Paraguas ven a la Policía reduciendo al grafitero, así como a un amigo que sale en su defensa y comienzan a tirar botellas desde la plaza, hiriendo en la cabeza a un subinspector.

Tiros de fogueo para zanjar

la revuelta

5

Ante el descontrol de los agresores, que llegaron a romper cristales de varios bares de la zona, un agente de la Policía Nacional (en la círculo) da un disparo al aire y consigue disolver el tumulto tras “momentos de mucha tensión”.

El autor de los tiros de fogueo, un subinspector “muy experto”

Un subinspector de la Policía Nacional con 20 años de experiencia “la mayoría relacionados con asuntos de orden público” fue el encargado de realizar los tiros de fogueo con una escopeta “Franchi”, con los que consiguió disolver la batalla campal formada en el entorno del Paraguas pasadas las dos de la madrugada del pasado sábado al domingo. Fuentes policiales defienden la actuación del agente, que causó sorpresa entre muchos jóvenes apostados en la zona. “La situación era de extremo riesgo y los disparos fueron clave para salvaguardar la integridad de los agentes del operativo”, indican. Según ha podido saber este periódico, el agente cogió el rifle de un vehículo “Zeta” de la Policía Nacional desplazado a la zona. El arma, de calibre 12 y utilizado para este tipo de situaciones poco comunes, no supone, según la Policía, riesgo alguno. “Se trató de salvas, es decir, solo ruido”, apuntan para defender la actuación del efectivo policial, que no dudó cuando enfocó la zona de la calle Ecce Homo y vio cómo los policías locales se encontraban en apuros. “El agente herido se llevó un señor botellazo. Pudo haber pasado algo muy grave”, relató un participante en el operativo conjunto que finalmente consiguió restablecer la tranquilidad en la zona. Los funcionarios también dejan lugar a la autocrítica. “Quizás deberíamos coordinarnos mejor para este tipo de actuaciones porque requieren de conocimientos específicos en orden público”, apunta el mismo efectivo.

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