Las huchas blancas y verdes de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) salieron a las calles de Oviedo para buscar la solidaridad de los vecinos. Hasta cuarenta mesas y cerca de 120 voluntarios se repartieron por la ciudad para pedir la colaboración ciudadana. Con esas pequeñas contribuciones, explican los voluntarios, se financia parte de la investigación contra la enfermedad que se realiza en nuestro país. Aunque, en esta ocasión, también se destinarán los fondos a aquellos enfermos oncológicos que se han quedado en el paro han sufrido un ERTE o atraviesan dificultades económicas. Así lo explicó la presidenta de AECC Asturias, Margarita Fuente, en la plaza del Ayuntamiento antes de recibir al Alcalde, Alfredo Canteli. El regidor valoró “muy positivamente” la labor de la asociación. “El cáncer está ahí y hay que luchar contra él y creo que lo que están haciendo es inmejorable e impagable”, señaló.
La campaña de la asociación para estos días en Asturias se llama #LaOtraCaraDeLaMoneda. Entre quienes colaboraron con la campaña estuvo la portavoz de Somos, Ana Taboada, que compartió una breve charla con la presidenta de la asociación. Por la mañana también pasó por la plaza de la Escandalera la presidenta del Partido Popular en Asturias, Teresa Mallada.
Los voluntarios de la asociación, en su gran mayoría mujeres, se repartieron por numerosas calles de la ciudad. La campaña para recaudar fondos contra la pobreza que agudiza el sufrimiento de los pacientes de cáncer continuará durante todo el fin de semana en Gijón, donde también se desplegarán más de un centenar de voluntarios de la AECC.
La asociación acaba de estrenar nuevas oficinas en Oviedo, en la calle Viaducto Marquina. Soco Alonso, una de las voluntarias que pedía colaboración con una de las huchas en la plaza del Ayuntamiento animaba a los pacientes que lo necesitasen a pasar por las nuevas dependencias. Unas instalaciones que definió como “mucho más amables y cómodas” que las que tenían anteriormente.
Los fondos que recauda la asociación a pie de calle, aunque pueden parecer exiguos vistos individualmente contribuyen a desarrollar proyectos de vital importancia para la investigación contra la enfermedad.
En el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), por ejemplo, las contribuciones de los vecinos financian que un equipo de investigadores trate de encontrar mejoras en los tratamientos contra el cáncer. Uno de estos proyectos consiste en aislar muestras de tumores de pacientes con las que probar tratamientos para dar con el más efectivo. Todo eso, pero también la ayuda a los pacientes oncológicos afectados por la pandemia, se paga con esas huchas verdes y blancas que salen a pasear por las calles a pesar de la lluvia.