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Los padres de Oviedo empiezan a perder el miedo al virus: la demanda de las escuelas infantiles vuelve a niveles precovid

La limitación de las plazas por el Principado deja una lista de espera de 418 alumnos

Alumnos de la Escuela Infantil María Balbín de San Lázaro durante una clase. | LNE

Los padres ovetenses parecen empezar a perder el miedo al virus y volver a confiar en las escuelas de 0 a 3 como recurso para conciliar la vida familiar y laboral. Los siete equipamientos municipales encargados de atender estos servicios recibieron para el próximo curso 1.061 solicitudes (606 en primera opción y 455 en segunda), quedándose a tan solo 21 de las cifras previas a la pandemia, lo que supone un importante repunte tras un curso 2020-2021 marcado por la crisis sanitaria para el que el Consistorio solo había tramitado 860 peticiones (483 como primera opción). Las Escuelas Infantiles de Dolores Medio y El Rubín se sitúan a la cabeza de las más demandadas y, una vez analizadas las peticiones, 323 niños han sido admitidos y 428 solicitudes, en algunos casos duplicadas, pasarán a engrosar las listas de espera.

Desde el Ayuntamiento califican el crecimiento de la demanda de este tipo de centros como “una muestra más de la recuperación progresiva de la normalidad”, atribuyen la elevada lista de espera recuerdan que el número de plazas disponibles se fijan desde la administración regional y tienden la mano a las familias para mejorar el servicio en la medida de lo posible. “Pondremos a disposición de las familias todos los recursos humanos y materiales para garantizar la mejor atención a los pequeños”, indicó la concejal de Educación, la edil de Cs Lourdes García.

Las cifras de peticiones para ocupar una de las plazas en estos centros sitúan a la escuela Dolores Medio, en el barrio de La Ería, como la más demandada. En este caso se admitieron 79 solicitudes para ocupar las aulas de esta instalación, de los cuales unos 35 serán nacidos en 2020, 23 en 2021 y 21 nacidos en 2019. La lista de espera la constituirán 79 bebés, entre los que hay 31 nacidos este año.

En el segundo lugar de las escuelas con más tirón se sitúa la del Rubín. A pesar del brote de salmonela padecido por sus alumnos en otoño de 2020, la escuela continúa siendo de las más deseadas, pues sus 50 plazas disponibles se quedan muy cortas para los 149 demandantes admitidos, de los que 99 pasarán a engrosar la lista de espera ordenada según los criterios de baremación establecidos por las administraciones públicas.

La Florida y Montenuño también recibieron más de un centenar de peticiones de matrícula en los tres cursos establecidos para este nivel educativo. La lista de espera para la primera es de 62 niños, mientras que en Montenuño quedarán en el cajón 79 peticiones para ocupar alguna de las 35 plazas ocupadas en caso de que alguno de que las peticiones de los seleccionados decaigan.

En la escuela María Balbín de San Lázaro la lista de espera se eleva a 61 alumnos frente a las 36 plazas disponibles, mientras que en La Corredoria habrá 33 reservas para un total de 83 admitidos y en Colloto solo quedaron sin atender cinco de las 20 peticiones tramitadas por el Consistorio.

Menos párvulos

El aumento de la demanda de las escuelas infantiles con 201 solicitudes más que en la primavera de 2020, choca con el desplome de la matriculación para el primer curso de Educación Infantil. Según anunció en mayo la consejería las peticiones han caído de manera generalizada en los concejos más poblado, especialmente en Oviedo, el municipio que más perdió con 191 alumnos de tres años menos a partir de septiembre. Las mismas fuentes apuntan a que la capital acumula una caída de 253 escolares de primero de Infantil en los últimos cinco años. En estos casos el desplome se achaca a a la caída de la natalidad, así como al impacto de la pandemia y la necesidad de muchos jóvenes de buscarse un futuro fuera de la región.

La vuelta a los horarios previos al virus, clave para favorecer la conciliación de las familias

El nuevo curso de las escuelas de 0 a 3 supondrá la vuelta a los horarios previos a la crisis sanitaria favoreciendo la conciliación familiar de muchas familias. Los siete equipamientos ovetenses abrirán las puertas de nuevo de 7.30 a 16.30 horas, lo que supone una ampliación sustancial de la actividad respecto al curso pasado cuando las escuelas abrían sus puertas de ocho de la mañana a tres de la tarde. Esta ampliación del horario, solicitada sin éxito por el ejecutivo municipal el pasado curso, tiene la doble ventaja de incluir la atención temprana, así como la posibilidad de recoger a los menores a media tarde, abriendo así el abanico a muchas familias a las que los horarios del curso anterior les supusieron muchos rompederos de cabeza a la hora de cuadrar la jornada laboral y la recogida de los niños. A pesar de esta flexibilización de los horarios se mantendrán algunas limitaciones orientadas a evitar posibles contagios. Como ya ocurriera el curso anterior, se habilitarán turnos de entrada y grupos para que los alumnos coincidan lo menos posible a la entrada y salida de las clases, así como en las instalaciones comunes. Del mismo modo, se establece un máximo de permanencia dentro de las dependencias educativas de ocho horas por cada niño. Estas facilidades son, según fuentes municipales, algunos de los motivos clave para recuperar la demanda del servicio para este curso. “Más que el miedo al virus, el desplome de las solicitudes se debió a que muchos padres les venían mal los horarios que se dispusieron por las restricciones sanitarias en el curso anterior”, aseguran sobre una queja que ya fue trasladada en su día por la entonces edil de Educación, Yolanda Vidal.

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