El referéndum del taxi en Oviedo se cerró con baja participación. De los 312 taxis de la ciudad solo se recogieron 68 votos. La votación promovida por la Federación del Taxi, patronal que reúne a un 36% de los taxistas de la ciudad, para tratar la posible regulación de los descansos durante los meses de verano, solo consiguió que 59 taxistas se posicionasen a favor de la medida.

La votación, realizada ante notario, había recibido el rechazo frontal de Asotaxi, la patronal mayoritaria, que calificó la iniciativa como un intento de “engañar y manipular” a sus socios para que respalden una propuesta que los órganos de la asociación ya rechazaron en el pasado.

La Federación del Taxi habilitó urnas en la puerta 12 del Carlos Tartiere para que los 312 taxistas de la ciudad pudiesen expresar mediante voto secreto su postura respecto a la posibilidad de establecer descansos obligatorios a la flota local del sector para adaptar la oferta a la baja demanda que suele haber durante la temporada estival.

La posibilidad de establecer esta regulación fue debatida internamente a mediados de la semana pasada por las dos patronales mayoritarias. Asotaxi acordó oponerse a esta posibilidad, mientras que los socios de la Federación apoyaron con 81 votos favorables sobre un total de 113, la puesta en marcha de este sistema de regulación pensado para “hacer más rentables” las jornadas laborales.

De los 68 votos, solo hubo 8 en contra y uno nulo. Pero la baja participación, explican desde la Federación, demuestra que “los taxistas de Oviedo no quieren la regulación”.

A juicio de los impulsores de la votación, la mejor opción para el sector del taxi era poner en marcha una nueva regulación de los descansos obligatorios como la que estuvo en funcionamiento durante buena parte del último estado de alarma finalizado el pasado 9 de mayo. En aquella ocasión 104 de los 312 taxis de la ciudad pararon a diario de lunes a viernes, mientras que los sábados y los domingos solo operaba un tercio del total de licencias disponibles. Pero o los conductores están en contra de la postura o, al menos, de la gestión de la votación.